Efectos tardíos | Síndrome de KiSS

Efectos tardíos

Si un Síndrome de KiSS no se trata de manera temprana y adecuada, pueden ocurrir complicaciones graves y complicaciones tardías. Una consecuencia de un tratamiento Síndrome de KiSS en la infancia es el llamado síndrome KIDD. Se trata de una alteración de la percepción inducida por la postura incorrecta de la articulación cervical superior, así como por la incapacidad para realizar movimientos ya aprendidos.

Entre los efectos tardíos que ocurren con frecuencia se encuentran los dolores de cabeza, tensión o episódica migraña ataques. Además, los niños afectados pueden tener trastornos de la motricidad fina y gruesa. Las deformidades posturales y los trastornos de la marcha, acompañados de caídas, también se consideran efectos tardíos que pueden restringir considerablemente la movilidad y el esfuerzo físico de los niños.

En escolares y adolescentes, KiSS puede conducir a problemas de comportamiento, aumento de la agresividad, hiperactividad, inquietud, así como a aprendizaje dificultades y trastornos de la integración social. Además, estos niños a menudo muestran una marcada debilidad en el desarrollo del habla y en las habilidades de escritura y lectura. En los adultos, los efectos tardíos de un tratamiento Síndrome de KiSS incluir mareos, dolores de cabeza, movimiento espinal limitado acompañado de espalda crónica dolor, discos herniados y equilibrar trastornos.