Músculos oculares: estructura, función y enfermedades

Los músculos oculares cumplen la función motora de los globos oculares, la acomodación de los lentes y la adaptación de las pupilas. Los 6 músculos externos del ojo pueden mover los dos globos oculares al unísono y sincrónicamente o para enfocarse en un objetivo de la mirada. Los músculos internos del ojo son responsables de enfocar la visión de cerca o de lejos y de la adaptación de las pupilas, el ajuste a la fuerza de la incidencia de la luz (comparable a la selección de la apertura en una cámara).

¿Qué son los músculos oculares?

Los músculos externos del ojo proporcionan el movimiento ocular necesario en las tres direcciones posibles de rotación: cabeceo (arriba y abajo), rotación lateral (derecha e izquierda) e inclinación (torsión). Si bien las dos direcciones de rotación, cabeceo y rotación lateral, pueden controlarse voluntariamente, la torsión es físicamente muy limitada. Se activa casi exclusivamente a través de estímulos involuntarios por el sistema vestibular (órgano de equilibrar). Los globos oculares normalmente se giran en la misma dirección y de forma sincrónica. Sin embargo, los movimientos voluntarios en la dirección opuesta también son posibles de forma limitada, por ejemplo, estrabismo interno. Dado que los músculos externos del ojo son músculos esqueléticos, los ojos se pueden mover voluntariamente. Sin embargo, también hay un movimiento ocular involuntario en todas las direcciones, que funciona casi sin distorsión y es controlado por el sistema vestibular en el oído medio para evitar perder la última imagen del ojo tanto como sea posible durante el ayuno cabeza movimientos o aceleraciones. Esto es comparable a las imágenes tomadas por una cámara giroscópica. Los músculos internos (lisos) del ojo, que están sujetos a la autonómica sistema nervioso, acomodar la lente del ojo desde la visión cercana a la visión lejana y viceversa. Dos diminutos músculos internos del ojo proporcionan la adaptación del alumno a las condiciones de luz adecuadas.

Anatomía y estructura

Los músculos oculares externos incluyen 4 músculos oculares rectos y 2 oblicuos, cada uno actuando en pares como antagonistas. A excepción del músculo oblicuo superior del ojo, todos los músculos externos del ojo se originan en la punta de la órbita ósea. Desde allí corren en forma de embudo hasta el globo ocular (bulbus oculi), donde se unen a la esclerótica del globo ocular. La párpado El ascensor también se origina en el mismo lugar y corre en la órbita superior hasta el párpado. La párpado El elevador no solo se activa voluntariamente, sino que también está conectado al músculo recto superior. Este último lo apoya como agonista, lo que significa que el párpado se mueve automáticamente hacia arriba cuando el ojo gira hacia arriba y viceversa. Los músculos externos del ojo consisten en músculos esqueléticos estriados sujetos a voluntad y están inervados por tres los nervios. Los músculos internos del ojo están formados por músculos ciliares emparejados que, cuando se tensan, aplanan el cristalino y provocan una mayor distancia focal. De los dos músculos antagónicos que provocan la adaptación del alumno en respuesta a la intensidad de la luz incidente. Los músculos internos del ojo se estimulan parasimpáticamente y, por lo tanto, no pueden controlarse voluntariamente.

Tareas y función

Los músculos externos del ojo sirven principalmente para rotar los ojos sincrónicamente y en paralelo en las dos direcciones arriba-abajo y derecha-izquierda. Para permitir la visión espacial, los músculos oculares externos alinean los ojos de modo que el objeto que queremos mirar se visualice respectivamente en la fóvea central de ambos ojos, el punto de visión más nítida de la retina. Esto significa que los ejes visuales centrales de ambos ojos siempre se cruzan a la altura del objeto. A distancias cortas, esto equivale al estrabismo interno, mientras que los ejes visuales de los ojos están alineados virtualmente en paralelo para objetos a largas distancias. Si giramos los ojos en cualquier dirección, voluntaria o involuntariamente, los músculos informan el movimiento al centro visual en el cerebro de modo que el cerebro interpreta el cambio de imagen en la retina como el propio movimiento de los ojos y no como el movimiento del objeto o de todo el entorno. Otra tarea consiste en realizar una llamada microsacada de una a tres veces por segundo. En este proceso, los ojos giran bruscamente menos de 30 minutos de arco, lo que ocurre de forma autónoma y completamente desapercibida. Las microsacadas hacen que la imagen de la retina se desplace en unos 40 fotorreceptores. Esto evita que los fotorreceptores (conos y bastones) se dañen por una exposición uniforme durante demasiado tiempo.Los músculos internos del ojo tienen la tarea de acomodar de forma autónoma la lente a las distancias cambiantes y controlar de forma independiente la incidencia de la luz adaptando la alumno.

Enfermedades

Disfunción de uno o más los nervios que proporcionan control motor a los músculos del ojo externo o interno se llama oftalmoplejía. Luego hay signos de parálisis (paresia) en los músculos oculares afectados. Se hace una distinción entre oftalmoplejía interna y externa. Si los músculos externos e internos del ojo se ven afectados por igual, esto se denomina oftalmoplejía total. Si solo se ven afectados los músculos externos del ojo, se altera la alineación automática exacta de los ojos, lo que puede manifestarse en estrabismo y la producción de imágenes dobles o síntomas similares. Si los músculos internos del ojo se ven afectados, esto puede manifestarse, por ejemplo, por una pupila ancha y fija y / o la incapacidad para ajustar los ojos a una cierta distancia, es decir, se pierde el enfoque. Daño en el nervio puede ser causado, por ejemplo, por neurotoxinas, tumores o aneurismas. Si ciertas áreas en el centro visual del cerebro están perturbados, habrá alteraciones en la alineación de los ojos para mirar los objetivos o el ojo temblor (Nistagmo), que, sin embargo, puede ser normal durante unos segundos al detener los giros corporales sostenidos (pirueta). Si se altera la transmisión de estímulos desde el nervio a los músculos oculares, puede haber miastenia gravis, una enfermedad autoinmune que se manifiesta en síntomas de debilidad muscular en los músculos oculares. Otra enfermedad autoinmune es La enfermedad de Graves, una enfermedad que suele ir acompañada de disfunción tiroidea. La enfermedad es sintomática por ojos saltones, que son causados ​​por cambios en el tejido detrás del globo ocular.