Inflamación del tracto digestivo

El término tracto digestivo resume numerosos órganos responsables de la absorción, reducción, transporte, utilización y excreción de los alimentos que ingerimos. Estos incluyen el cavidad oral lengua, dientes y glándulas salivales, el esófago, estómago, intestino delgado y colon, sino también los órganos que producen sustancias esenciales para la digestión, como el páncreas, vesícula biliar y hígado. Todos estos órganos pueden inflamarse, lo que a veces puede manifestarse en síntomas específicos.

La inflamación puede ser aguda o crónica. Se habla de una inflamación crónica cuando hay brotes inflamatorios recurrentes durante un período de semanas a meses. A continuación, se presentan brevemente las inflamaciones más importantes y frecuentes de determinados órganos, especialmente los responsables de la trituración, transporte y absorción de componentes alimentarios. Los siguientes textos sirven principalmente para proporcionar una descripción general.

Acidez

  • Causa: entre el esófago y el estómago hay un esfínter que solo se abre cuando hemos ingerido alimentos que deben pasar al estómago. Entre la ingestión de alimentos, este músculo cierra con fuerza el estómago hacia el esófago para que ningún jugo gástrico ácido pueda pasar al esófago. Sin embargo, si este músculo se debilita, de modo que ya no puede absorber completamente su función de cierre, el corrosivo ácido gástrico entra en el esófago.

    A diferencia de la membrana mucosa del estómago de una persona sana, la membrana mucosa del esófago no está diseñada para el ácido clorhídrico y puede inflamarse. Una inflamación del esófago también se conoce como esofagitis. Además, la membrana mucosa del esófago puede dañarse visiblemente.

    Los síntomas también ocurren cuando el músculo del esfínter está prácticamente intacto, pero se produce más ácido estomacal de lo habitual. Este es especialmente el caso de un dieta y el estrés.

  • Síntomas: la forma más común de acidez, como sugiere el nombre, es un cuya sensación detrás de la esternón. Acompañando a las personas afectadas ocasionalmente se escucha un amargo a agrio llaves existentes boca.

    Estos síntomas ocurren con mayor frecuencia después de ingerir alimentos, así como después de consumir café, alcohol y cigarrillos. Se agravan al acostarse. En el peor de los casos, especialmente cuando está acostado, el ácido del estómago puede fluir hacia los pulmones, provocando ataques de tos y reemplazando los esfínteres.

  • Diagnóstico: el médico suele realizar el diagnóstico basándose en los síntomas del paciente.

    Por medio de un llamado gastroscopia, se puede utilizar una pequeña cámara, que se inserta en el esófago y el estómago, para evaluar hasta qué punto ha progresado el posible daño de las membranas mucosas y la inflamación del esófago. Además, se puede tomar una medición de pH dentro del esófago para detectar ácido clorhídrico. Una medición de la presión del músculo esfínter entre el esófago y el estómago puede proporcionar información sobre qué tan bien cumple su función.

  • Terapia:Acidez ahora es muy común condición en los países industrializados y existen numerosos fármacos disponibles para aliviar los síntomas.

    Algunos reducen la producción de ácido clorhídrico en el estómago, otros neutralizan el ácido del estómago. Qué fármaco se adapta mejor a los síntomas de la persona afectada depende de cuánto hayan progresado los síntomas y cuánto tiempo hayan durado. El médico que trata al paciente puede proporcionar información más detallada al respecto. Si la terapia con medicamentos no tiene éxito, aún existe la posibilidad de un procedimiento quirúrgico menor en el que parte del estómago se coloca alrededor del esófago desde el exterior. Como resultado de la ingesta de alimentos, el estómago se llena, lo que posteriormente comprime el esófago y así previene la falla.