Miofibroblastos: estructura, función y enfermedades

Los miofibroblastos son un tipo especial de tejido conectivo célula. Desempeñan un papel importante en los procesos fisiológicos, pero también pueden participar en procesos patológicos.

¿Qué son los miofibroblastos?

Los miofibroblastos son células especiales que son una forma intermedia de tejido conectivo células (fibroblastos) y células de músculo liso. Myo proviene del griego y es una parte del habla que significa músculo. Este nombre parcial reconoce el hecho de que los miofibroblastos contienen elementos contráctiles que les confieren propiedades similares a las de las células del músculo liso. Tienen la capacidad de prolongar contracciones (tensiones) que son involuntarios. Los fibroblastos son células que, cuando están activas, son responsables de construir tejido conectivo. Ellos producen Colágeno fibras y componentes moleculares de la sustancia fundamental en el espacio extracelular. Los miofibroblastos son capaces de generar grandes cantidades de Colágeno cuando se estimula a hacerlo mediante factores apropiados. Se encuentran en diversos tejidos en los que realizan diferentes funciones. En consecuencia, su formación y diferenciación es posible de diferentes formas. Pueden surgir de células madre embrionarias por diferenciación directa, de células de músculo liso o de ciertas células de tejido conectivo en capilar paredes (pericitos). Sin embargo, lo más común es que surjan de fibroblastos que aún no están completamente diferenciados en presencia de factores de crecimiento específicos y células de señalización en el tejido.

Anatomía y estructura

Las células de los miofibroblastos se dividen en dos partes por su estructura funcional. La porción de tejido conectivo contiene mucho retículo endoplásmico rugoso, donde una gran cantidad de tipo III Colágeno se puede producir. Esto representa un precursor del colágeno tipo I, que es responsable de la estructura y estructura fibrosa regulada en el tejido conectivo intacto. El gran aparato de Golgi forma las membranas necesarias para la construcción del sistema de canales a través del cual los componentes del colágeno se transportan a su lugar de acción. La segunda parte de las células de miofibroblastos tiene un complejo actina-miosina, que corresponde al de las células del músculo liso. La actina y la miosina son cadenas de proteínas que se acoplan de tal manera que pueden contraerse (contraerse) en respuesta a un estímulo adecuado y con el gasto de energía. A diferencia del músculo esquelético, las células del músculo liso no están estriadas y no pueden contraerse tan rápidamente. Por otro lado, son capaces de mantener una fuerte tensión durante mucho tiempo. Una característica especial de los miofibroblastos es su conexión directa con los filamentos de fibronectina en la matriz extracelular. Estas cadenas de proteínas forman un sistema de puente con el que se interconectan las células. La conexión permite que la contracción se transmita a todo el sistema y, por lo tanto, a estructuras de tejido más grandes.

Función y tareas

Los miofibroblastos se encuentran en la capa subcutánea de casi todas las membranas mucosas. Allí son responsables del mantenimiento de la tensión y la fisonomía de formas específicas de tejido. La formación de criptas (retracciones) y protuberancias en el intestino delgado está determinada en gran medida por su contractilidad. El mantenimiento de la tensión y volumen in vasos es también una de sus funciones, por ejemplo en los túbulos de los testículos y los capilares. Estos tubos finos, a diferencia de la gran arteria sangre vasos, no contienen una capa muscular de células de músculo liso. Sin embargo, debido a la presencia de miofibroblastos, existe una función residual para ajustar la tensión de las paredes de los vasos para satisfacer diversas demandas. Quizás la función más importante de los miofibroblastos es su participación en cicatrización de la herida. El cuerpo intenta cerrar los defectos de los tejidos causados ​​por lesiones u otros procesos patológicos lo más rápido posible. Los miofibroblastos juegan un papel importante en este proceso. La defensa inmune está significativamente involucrada cuando ocurre daño tisular. Entre otras cosas, se envían más macrófagos (células depuradoras) al área dañada para absorber y fagocitar las partículas de tejido muerto. La aparición de estas células representa el estímulo inicial para la conversión de fibroblastos en miofibroblastos. Estos producen grandes cantidades de fibras de colágeno, que se colocan sobre el área defectuosa como una red y forman un cierre temporal de la herida. Al mismo tiempo, están conectados entre sí y con los bordes de la herida a través de filamentos de fibronectina. La contracción de todos los miofibroblastos hace que se junten, un proceso importante para acelerar el cierre de la herida. En pasos posteriores, esta estructura reticular se remodela. El colágeno tipo III se convierte en tipo I y las fibras se disponen a lo largo de la dirección de tracción. Los miofibroblastos se vuelven inactivos y cesan su actividad tensora.

Enfermedades

La capacidad de acción de los miofibroblastos es básicamente constitucional y disminuye con la edad. Las debilidades del tejido conectivo están determinadas en gran medida por estas especificaciones y desarrollos. La actividad física regular no puede detener o revertir por completo este proceso, pero puede tener una influencia positiva en su curso a largo plazo. La aparición de miofibroblastos depende de mediadores que inician su diferenciación. Si estos están ausentes o están presentes solo en números bajos, no se convierten suficientes células. No pueden o no pueden cumplir suficientemente las funciones que normalmente realizan. Debilidades del sistema inmunológico en particular, pueden tener tales consecuencias, pero también los defectos genéticos que afectan a los factores de crecimiento que son importantes para la diferenciación. El aumento de la actividad de los miofibroblastos puede, a su vez, estar involucrado en procesos patológicos llamados fibrosis. Estas son enfermedades en las que existe una fortalecimiento del tejido conectivo marco de órganos. Por lo general, son causadas por absorción de toxinas durante un largo período de tiempo o por enfermedades autoinmunes. Como resultado, en el curso del proceso de la enfermedad, el se extiende La capacidad del tejido conectivo se reduce significativamente y el funcionamiento de los órganos afectados se ve considerablemente afectado. Ejemplos típicos de enfermedades causadas por toxinas son fibrosis pulmonar resultante de una mayor exposición al polvo de carbón, asbesto o polvo de harina. Esclerodermia es una enfermedad autoinmune en la que el piel y la fascia se ven afectadas por la remodelación del tejido conectivo. A menudo, la reducción significativa de pulmón La función debida a la afectación de la fascia pulmonar es la razón de la vida útil limitada.