Asma y deporte: no es una contradicción

Aquellos que no están capacitados rápidamente se quedan sin aliento en la vida cotidiana. Esto es especialmente cierto para asma víctimas. Los pacientes atléticamente activos tienen ataques con menos frecuencia y afrontan mejor su enfermedad. El deporte regular ejercita los pulmones, fortalece los músculos respiratorios y protege contra las infecciones. Trabajadora deportes con una carga constante, como nadar, ciclismo, remo, jogging o caminar, son los más adecuados para asma pacientes. Sprints cortos y rápidos, como en el fútbol o tenis, no se recomiendan.

El asma y las consecuencias

La causa de asma es crónico inflamación del bronquial mucosa. El resultado son vías respiratorias hipersensibles. En respuesta a determinados estímulos, los músculos de los bronquios se contraen, la mucosa se hincha y produce más mucosidad, por lo que apenas puede pasar el aire. Los pacientes luego sufren de dificultad para respirar.

Además de las causas alérgicas (por ejemplo, polen o animales pelo alergia), estímulos no alérgicos (por ejemplo, humo, polvo) e infecciones virales, el esfuerzo físico es uno de los desencadenantes más importantes del asma. El asma aparece en forma de ataques y puede ser muy repentino. Por tanto, es muy importante que los enfermos y también sus profesores y entrenadores deportivos tengan conocimientos básicos sobre la enfermedad y conozcan la emergencia necesaria medidas.

Ser capaz de hacer frente a la enfermedad.

Un requisito previo para los asmáticos que quieran practicar deportes es que estén bajo tratamiento médico y bien controlados con medicación. La mayoría de los pacientes toman aerosoles que contienen cortisona para descongestionar los bronquios y prevenir inflamación y reacciones alérgicas. Además, los aerosoles y tablets se utilizan para dilatar los bronquios y las vías respiratorias. Relajación la formación puede apoyar el tratamiento farmacológico y facilitar el afrontamiento de la enfermedad.

Un objetivo importante es que los afectados aprendan a evaluar su condición correctamente. Aquellos que han aprendido a lidiar con su enfermedad también pueden competir contra otros en competiciones internacionales si tienen el talento y la formación necesarios. Ejemplos famosos de atletas de alto nivel con asma son la patinadora de velocidad Anni Friesinger, la nadadora Sandra Völker y el ciclista Jan Ullrich.

Requisito previo: cursos de formación

Los asmáticos pueden aprender a manejar su enfermedad en cursos de capacitación especiales. Estos cursos de capacitación brindan conocimientos básicos sobre la enfermedad, opciones de tratamiento y el uso correcto del medidor de flujo máximo, ajuste de dosis auto-responsable de medicamentos, correcto inhalación técnicas y el comportamiento correcto durante un ataque.

Estos programas de formación también están disponibles para niños. Entre otras cosas, el objetivo es enseñar a los niños lo resistentes que son en realidad, porque muchos, como sus padres, tienen mucho miedo de sufrir un ataque de asma y evitan cualquier esfuerzo.

Verificar la función pulmonar

Los asmáticos atléticamente activos deben controlar su pulmón función antes y durante el ejercicio. Esto se puede hacer con un medidor de flujo máximo, un pequeño dispositivo que medidas la velocidad del aire que respira. El esfuerzo excesivo puede desencadenar un ataque de asma. Tenga un aerosol a mano para aliviar un ataque agudo en caso de una emergencia.

Muchos asmáticos dependen del clima: niebla y frío son particularmente estresantes. A temperaturas inferiores a los cuatro grados y con niebla, por lo tanto, no es recomendable hacer ejercicio al aire libre. Alergia los afectados deben tener cuidado con la contaminación por polen y ozono. En tales condiciones, es mejor trasladar las actividades deportivas al interior de un gimnasio. Según el alemán Alergia y la Asociación de Asma, alrededor de 100 millones de personas en todo el mundo padecen asma, y ​​en Alemania afecta a más del cinco por ciento de todos los niños y adultos.

La medicina distingue entre dos formas:

  • Asma alérgica, provocada por caspa de animales, polen, moho o ácaros.
  • Asma no alérgica, que puede desencadenarse por el humo y el polvo, por ejemplo. Otros factores como el físico estrés, analgésicos, así como los contaminantes en el aire que respiramos también pueden desencadenar un ataque de asma.

El asma crónica ocurre cuando los cilios de los bronquios están dañados. El moco que se produce no se transporta más y los bronquios se inflaman con más frecuencia. En los niños con asma, existe una buena posibilidad de cura; en los adultos, la enfermedad solo se puede aliviar.