Dolor abdominal y de espalda durante el embarazo | Si el dolor abdominal ocurre junto con el dolor de espalda, ¿qué puede ser?

Dolor abdominal y de espalda durante el embarazo.

Abdominal y espalda dolor también puede ocurrir durante el embarazo. Especialmente al final el embarazo, las dos quejas a menudo ocurren juntas. La razón de esto es que el peso creciente del niño presiona el intestino y estira los músculos y ligamentos de la cavidad abdominal por un lado y sobrecarga la espalda por el otro.

Para reducir dolor abdominal, se pueden probar varias estrategias. Por ejemplo, alimentos flatulentos como frijoles y repollo puede evitarse para reducir la presión sobre el intestino. Los masajes y las aplicaciones de calor en la zona abdominal y la espalda también pueden ayudar. atrás dolor también se puede abordar eficazmente con deportes y SIDA como un cinturón de soporte.

Dolor de estómago y de espalda después de comer.

El dolor abdominal después de comer puede indicar intolerancia alimentaria. A menudo en este caso flatulencia y también se produce una sensación de plenitud. Si el dolor está en el estómago región, también podría ser una úlcera estomacal. Otras causas que podrían explicar los síntomas son cálculos biliares e inflamación de el páncreas (pancreatitis). En el caso de cálculos biliares, el dolor se localiza principalmente en la parte superior derecha del abdomen en el área del arco costal derecho y, a menudo, se presenta en forma de calambre.

Dolor abdominal y de espalda que se origina en el riñón.

Abdominal y dolor de espalda también puede provenir del riñón. Los riñones se encuentran en la parte posterior de la cavidad abdominal en las inmediaciones de la espalda y, por lo tanto, son adecuados para ambos tipos de síntomas. Particularmente común es la inflamación del pelvis renal, que generalmente es causado por un ascenso cistitis.

Los afectados experimentan graves dolor de costado en el lado correspondiente y también puede tener dolor abdominal. Inflamación del pelvis renal es tratado con antibióticos. Si no se trata, puede provocar daños permanentes en los riñones y provocar daños sangre envenenamiento (sepsis).

Diagnóstico

La consulta médica es fundamental para el diagnóstico de dolor abdominal y dolor de espalda. El médico preguntará sobre los síntomas exactos del paciente, el curso cronológico y la aparición de los síntomas y los factores de mejoría o deterioro. A esto le sigue un examen físico: Con respecto a dolor de espalda, el médico realiza diversas pruebas ortopédicas y neurológicas que pueden proporcionar información sobre si las molestias se originan en el sistema musculoesquelético y si los nervios pueden ser afectados.

En el caso de dolor abdominal, también se realiza un examen del abdomen. El médico primero escucha el abdomen y luego lo palpa en busca de agrandamiento de órganos, endurecimiento y dolor por presión. Si hay alguna anomalía, un adicional ultrasonido se puede realizar un examen.

Si hay indicios de una causa de las quejas en el estómago o intestino que necesita ser aclarado, un gastroscopia y/o colonoscopia se puede pedir. Con respecto al dolor de espalda, es concebible la obtención de imágenes en forma de rayos X, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (MRT). El dolor abdominal y el dolor de espalda se tratan de manera diferente según la causa subyacente.

En el caso de dolor de espalda causado por tensión o mala postura, analgésicos así como las aplicaciones de calor y fisioterapia para fortalecer los músculos se pueden utilizar para cerrar la brecha. Los discos herniados también suelen tratarse de forma conservadora si no son tan graves que la cirugía sea inevitable. Analgésicos y la fisioterapia son los medios de elección.

Dolor abdominal causado por la inflamación del estómago El revestimiento generalmente se trata con un bloqueador de ácido, por ejemplo, un inhibidor de la bomba de protones. Esto reduce la producción de ácido y el revestimiento del estómago dañado puede sanar. Si una bacteria es responsable de la inflamación del mucosa del estómago (Por lo general Helicobacter pylori), antibióticos también se administran.

Las infecciones gastrointestinales generalmente no requieren tratamiento. Se calman por sí solos en unos pocos días. Sin embargo, en casos raros, la terapia de infusión debe llevarse a cabo en el caso de pérdidas muy pronunciadas de líquidos y electrolitos.

Las intolerancias alimentarias se tratan evitando el componente alimentario desencadenante. Para las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, existe un régimen terapéutico especial con fármacos inmunosupresores y otras preparaciones diseñadas para suprimir la reacción inflamatoria en el intestino. Para las numerosas otras causas de dolor abdominal y de espalda, se utilizan terapias correspondientemente diferentes.