Inflamación del nervio de la cabeza | Inflamación de los nervios

Inflamación del nervio de la cabeza

Hay muchas los nervios existentes cabeza área que puede verse afectada por neuritis. Uno de los craneales los nervios que puede inflamarse es el nervio óptico. Se habla entonces de un Neuritis óptica.

Los principales síntomas de esta inflamación nerviosa son alteraciones visuales (deterioro de la agudeza visual, en el peor de los casos ceguera) y dolor, especialmente cuando los ojos se mueven. Dependiendo de la causa de la inflamación, los síntomas pueden ser unilaterales o bilaterales. Si es unilateral, suele ser una extensión de una inflamación local (p. Ej., Inflamación del senos paranasales o de retina del ojo) al nervio óptico.

Si los síntomas se presentan en ambos ojos, las causas son más complejas. Por ejemplo, Neuritis óptica puede ser autoinmune y ocurrir en el contexto de otras enfermedades tales como esclerosis múltiple (SRA), vasculitis (inflamación de sangre vasos) o sistémico lupus eritematoso (LES). Enfermedades sistémicas bacterianas o virales (sífilis, Borreliosis de Lyme), la enfermedad infecciosa toxoplasmosis en pacientes inmunodeprimidos, intoxicación por alcohol, nicotina, el plomo o el talio o ciertas drogas también pueden manifestarse en Neuritis óptica.

El pronóstico de la neuritis óptica suele ser bueno, se trata con la administración de glucocorticoides. La los nervios responsable del movimiento ocular también puede inflamarse como parte de un proceso autoinmune (por ejemplo, en el síndrome de Guillain-Barré). Esto puede resultar en paresia del nervio motor ocular común, es decir, parálisis del músculo ocular, en la que se reduce la movilidad del globo ocular.

Otros posibles síntomas son un párpado superior caído, una rígida y ancha alumno y trastornos de la acomodación (se altera el "enfoque"). Si la parte del auditivo y nervio vestibular responsable de equilibrar se altera de forma inflamatoria, se denomina neuritis vestibular. Esto puede ser el resultado de una infección viral o la reactivación de un virus (por ejemplo, en el caso de herpes virus).

Otra causa es un trastorno circulatorio del órgano vestibular. Los síntomas típicos son vértigo rotacional y vómitos. La parte de lo auditivo y nervio vestibular responsable de la audición puede resultar dañado por las toxinas producidas por bacterias fotosintéticas - por ejemplo, en sífilis, escarlata fiebre, fiebre tifoidea, difteria, sarampión - u otras sustancias (tabaco, alcohol, metales pesados).