Sueño profundo: función, tareas, rol y enfermedades

El sueño saludable es importante para el bienestar y el rendimiento. Al mismo tiempo, los humanos no siempre duermen con la misma profundidad. Dentro de un sueño, el cuerpo pasa por varios ciclos de sueño, uno de los cuales es el sueño profundo.

¿Qué es el sueño profundo?

El ritmo del sueño humano se puede dividir en diferentes fases de sueño. Después de la fase de quedarse dormido, el cuerpo entra en una fase de sueño profundo. Esto comienza aproximadamente media hora después de quedarse dormido. El ritmo del sueño humano se puede dividir en diferentes fases de sueño. Después de la fase de quedarse dormido, el cuerpo entra en una fase de sueño profundo. Esto comienza aproximadamente media hora después de quedarse dormido. Durante este ciclo, el electroencefalograma - EEG para abreviar - en el laboratorio del sueño muestra patrones de ondas regulares con valles. La primera fase de sueño profundo suele ser la más larga y dura aproximadamente una hora. El sueño profundo es interrumpido por sueños más ligeros o fases REM. REM significa "movimiento ocular rápido" y se refiere a una fase que está muy cerca de la vigilia. En promedio, el cuerpo humano atraviesa de cuatro a seis ciclos de sueño cada noche, que consisten en un sueño ligero, un sueño profundo y un sueño soñado. Un ciclo dura unos noventa minutos. Hacia la mañana, la duración del sueño profundo se acorta. Después de unas cuatro horas, los humanos apenas caen en un sueño profundo. La investigación muestra que despertarse temprano por la mañana no afecta el rendimiento, siempre que el cuerpo pueda utilizar por completo la primera fase de sueño profundo necesaria para ello.

Función y tarea

Básicamente, casi todos los efectos positivos del sueño son provocados por las fases del sueño profundo. En general, el sueño sirve para la recuperación y regeneración del organismo. Después de un día ajetreado, una sensación de agotamiento y fatiga indica la necesidad del cuerpo de dormir. Las reservas se reponen durante el período de sueño profundo. La sistema inmunológico se ve reforzado por un aumento de la producción de hormonas. Los músculos se relajan durante el sueño profundo, mientras sangre presión y circulación disminución. Cortisol los niveles también están en su nivel más bajo durante esta fase. Cortisol es un estrés hormona que se reduce durante la fase de sueño profundo. Además, la información aprendida se memoriza mejor durante este período. Así, las fases de sueño profundo no solo sirven para la recuperación física, sino que también tienen un efecto positivo sobre el estado mental. Para demostrarlo, se realizaron varios estudios en los que los sujetos de prueba debían memorizar patrones antes de acostarse. Estos debían reproducirse después de despertar. Como se esperaba, obtuvieron mejores resultados que los sujetos de prueba a los que se les presentó el patrón por primera vez después de dormir. Los eventos del día se clasifican en el sueño profundo y se procesan en las fases del sueño. En el proceso, el cerebro clasifica la información sin importancia y organiza experiencias negativas y positivas. El rendimiento del cuerpo está asegurado especialmente en la fase de sueño profundo. Sin embargo, esta es también la fase del sueño en la que es más probable que las personas hablar o sonámbulos mientras duermen. En la mayoría de los casos, esto no causa ninguna desventaja para la persona. Para los socios, sin embargo, somnambulismo puede ser perturbador y desagradable. La persona afectada, por otro lado, no debe ser molestada durante esta fase. Aquellos que se despiertan en un sueño profundo generalmente muestran desorientación y estados de confusión, ya que las funciones de conciencia del cuerpo están completamente cerradas para la recuperación.

Enfermedades y dolencias

Teniendo en cuenta estos aspectos, no parece sorprendente qué efecto trastornos del sueño puede tener en el cuerpo humano y la vida cotidiana. La interrupción constante del sueño por perturbaciones interfiere decisivamente con los ciclos de sueño de los seres humanos. Por tanto, la recuperación y la regeneración ya no pueden garantizarse. Las personas afectadas no están descansadas y pueden quejarse de fatiga y falta de concentración. Si este es el caso de vez en cuando, no es necesario temer consecuencias adicionales. Las alteraciones regulares del sueño, por otro lado, tienen un efecto negativo en el organismo. Estrés, agotamiento y concentración las dificultades son el resultado. Los afectados suelen estar más fácilmente irritables y ya no pueden realizar las tareas cotidianas con la eficiencia habitual. Además, físico aptitud también declina. El resultado es fatiga. Trastornos del sueño a menudo van acompañadas de tensión muscular, ya que el cuerpo no puede relajarse en la medida necesaria. Varias quejas y enfermedades ocurren durante las fases del sueño y perturban su descanso, esto incluye, por ejemplo, los llamados apnea del sueño. Esta es una enfermedad caracterizada por un paro respiratorio durante el sueño. El resultado es somnolencia diurna y microsueño. Además, una serie de enfermedades secundarias pueden desencadenarse por síndrome de apnea del sueño. El constante despertar nocturno es causado por reacciones de alarma del cuerpo debido a insuficiencia oxígeno suministro. A menudo, el despertar no se percibe conscientemente. Otro trastorno que impide un sueño saludable es la narcolepsia. Se trata de una somnolencia diurna excesiva asociada con un sueño incontrolado. Además, se altera el sueño nocturno. Además de un ritmo de sueño alterado provocado por la vida cotidiana o por causas psicológicas, hasta un 10% de la población padece habitualmente de Síndrome de piernas inquietas. El trastorno se manifiesta en la necesidad de mover las extremidades, lo que se percibe como desagradable e impide que el paciente se duerma. Se trata de un trastorno neurológico que a menudo los afectados no perciben como tal. La alteración del ritmo del sueño a menudo también conduce a una disminución del rendimiento, así como a estados de ánimo depresivos y fatiga diurna. En la mayoría de los casos, medicamentos como pastillas para dormir or los antidepresivos proporcionar alivio. Un cambio en los hábitos de sueño también puede hacer maravillas. Los rituales de sueño regulares no solo promueven la conciencia de los patrones de sueño saludables, sino que también ayudan a los pacientes a organizar mejor su día.