Terapia del ataque agudo | Terapia de la enfermedad de Crohn

Terapia del ataque agudo

Enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria crónica que progresa por fases. Los períodos sin síntomas se alternan con fases agudas de la enfermedad. En las fases agudas, la enfermedad está activa y se inflaman secciones del tracto gastrointestinal.

Un episodio agudo siempre debe ir acompañado de un médico para contener la inflamación lo más rápido posible. La terapia se lleva a cabo en varios niveles. Además de la terapia con medicamentos, también se debe ajustar la nutrición.

El objetivo de la terapia con medicamentos es aliviar síntomas como dolor y obstáculo y también para contener la inflamación. En el caso de un brote débil, la administración de mesalazina puede ser suficiente. El fármaco actúa localmente en el intestino e inhibe la inflamación allí.

En un episodio más grave, la mesalazina no es suficiente y la administración de cortisona es necesario. Existen diferentes formas de dosificación de cortisona. En primer lugar, cortisona se administra solo localmente (tabletas de Budesonide®), por lo que el ingrediente activo actúa directamente sobre el intestino mucosa.

Esto se consigue, por ejemplo, mediante comprimidos especialmente recubiertos que se tragan y solo se disuelven del intestino delgado adelante. Incluso enemas que contienen cortisona y preparaciones de espuma (espuma Budensonid®), que se introducen desde el recto, solo son efectivos localmente y llegan principalmente al intestino grueso. Si la administración local de cortisona no es suficiente, se debe administrar cortisona por vía sistémica (prednisolona), es decir, a través del torrente sanguíneo y, por lo tanto, llega a todo el cuerpo además del intestino.

La terapia con cortisona sistémica es suficiente en la mayoría de los casos. Como último paso, la terapia se puede complementar con fármacos inmunosupresores, es decir, drogas que inhiben la sistema inmunológico. Ejemplos de fármacos inmunosupresores son: Humira®, azatioprina y metotrexato (MTX) En lo que respecta a la nutrición, un suministro de agua suficiente es muy importante, porque el cuerpo pierde mucha agua durante un episodio agudo de diarrea.

Además, una buena ingesta calórica es importante porque el cuerpo necesita la energía para regenerarse. Esto debe ser suministrado por alimentos de fácil digestión para no ejercer presión adicional sobre el tracto gastrointestinal. Algunos ejemplos son el pan blanco y las sopas de verduras en puré.