¿Es dañina una resonancia magnética?

En medicina, existen diferentes métodos de diagnóstico para mostrar las estructuras internas del cuerpo. Además de ultrasonido, que trabaja con ondas sonoras, rayos X y tomografía computarizada (TC), que utiliza rayos X para generar imágenes, la resonancia magnética (MRI) es una forma de diagnóstico no invasivo. La obtención de imágenes se realiza con la ayuda de un fuerte campo magnético y ondas de radio. Los estudios han demostrado que ni el campo magnético ni las ondas de radio suponen un riesgo para el paciente. Estos afectan principalmente a los metales dentro o sobre el cuerpo, por lo que generalmente deben descartarse antes de la obtención de imágenes por resonancia magnética.

¿Hay radiación durante una resonancia magnética?

A diferencia de los rayos X o la tomografía computarizada (TC), no hay radiación cuando se toman imágenes con resonancia magnética. La resonancia magnética funciona con la ayuda de un fuerte campo magnético y ondas de radio, que por lo tanto no son dañinas para el cuerpo y el paciente no las siente durante un examen. Es por eso que la resonancia magnética (en comparación con otros métodos de imágenes) es una forma preferida de examen para los niños y durante el embarazo, entre otros.

¿Puede el fuerte campo magnético ser perjudicial para mí?

El fuerte campo magnético (fuerzas de campo magnético de hasta 3 Tesla posibles) generalmente no es dañino para el paciente. Sirve para alinear los núcleos atómicos, que vuelven a su posición original a distintas velocidades según el tipo de tejido. Los humanos no sienten este proceso y los estudios no han mostrado riesgos para el paciente.

Sin embargo, el campo magnético afecta los metales que se encuentran en el cuerpo (por ejemplo, implantes) o en el cuerpo (por ejemplo, piercings, ropa, joyas). Dependiendo del tamaño, la estabilidad y la ubicación de los metales, el campo magnético puede causar riesgos considerables para el paciente.

La atracción y el movimiento son posibles especialmente en estructuras metálicas pequeñas e inestables. Estos pueden presionar el tejido circundante en el cuerpo y dañarlo. Además, existe el riesgo de que los implantes se retiren de su posición por el campo magnético y, por lo tanto, ya no sean funcionales. También es posible cancelar el efecto magnético de los implantes individuales (por ejemplo, muchos implantes cocleares utilizan imanes). Por lo tanto, todos los objetos metálicos deben retirarse o colocarse antes de un examen y los posibles factores de riesgo deben discutirse con el médico tratante con anticipación.