Erupción cutánea en el pie

Definición

Una erupción en el pie puede tener muchas causas diferentes. La apariencia de la erupción puede variar mucho. Los lugares más comunes donde se desarrolla una erupción en el pie incluyen la parte posterior del pie, la planta del pie y los espacios entre los dedos individuales. La erupción generalmente se extiende sobre un área grande y aparecen manchas rojizas o blancas en las áreas afectadas, que pueden aparecer planas o elevadas. Además, también pueden aparecer ampollas llenas de líquido o pústulas purulentas, a partir de las cuales se desarrollan escamas, costras y grietas en la superficie de la piel en el curso de la erupción.

Causas de una erupción en el pie.

Las erupciones cutáneas en el pie suelen ser el resultado de una infección o una reacción de defensa del cuerpo frente a patógenos invasores como bacterias fotosintéticas, virus u hongos. Las posibles infecciones incluyen sarampión, varicela, enfermedad mano-boca-pie, herpes o pie de atleta. Además, la intolerancia a ciertos medicamentos, las alergias o el contacto con sustancias nocivas pueden provocar el desarrollo de una erupción en el pie.

La sudoración abundante o excesiva puede contribuir al desarrollo de una erupción en el pie en muchas personas. El uso de calzado deportivo, la sudoración intensa de los pies puede provocar una acumulación de sudor porque el sudor no se puede evaporar lo suficiente. Pueden producirse irritaciones de la piel en todos los puntos donde la piel se roza entre sí.

Si el sudor no puede evaporarse, se acumula y crea un medio óptimo para bacterias fotosintéticas y hongos para acumularse y multiplicarse. También abre los poros de la piel, permitiendo que los patógenos entren sin ser molestados. Las sales contenidas en el sudor resecan la piel.

Diagnóstico

Para diagnosticar correctamente una erupción en el pie, es importante saber cuándo comenzó la erupción y cómo ha cambiado con el tiempo. Las alergias existentes, las enfermedades generales o de la piel, así como la medicación reciente, también pueden proporcionar información crucial sobre la causa de la erupción. En la zona de los pies se debe realizar un examen clínico saliente y es recomendable realizar un frotis para identificar los posibles patógenos. Dependiendo de la sospecha, pruebas de alergia o más sangre se pueden realizar pruebas.