Cuándo usar un electroencefalograma

La cerebro yace bien protegido en la cavidad del hueso cráneo. En el caso de los trastornos, por lo tanto, se debe recurrir a procedimientos de diagnóstico que también revelen indirectamente las posibles causas y su localización. Además de Rayos X y imagen de resonancia magnética, un EEG (electroencefalografía, cerebro examen de ondas) es muy adecuado para este propósito en muchos casos.

Electroencefalograma en uso

La cerebro trabaja sin cesar. Esta actividad de grandes grupos de células nerviosas se expresa mediante descargas eléctricas que se manifiestan como posibles fluctuaciones en la superficie del cerebro, donde se pueden medir. Para este propósito, varias placas de metal se unen a la superficie del cráneo como electrodos a intervalos específicos y las fluctuaciones de voltaje (potenciales eléctricos) derivadas entre ellos se registran en una imagen de curva, el electroencefalograma. La abreviatura EEG se utiliza tanto para el examen general (electroencefalografía) y la imagen de la curva producida (electroencefalograma).

Examen con EEG

Dado que el electroencefalograma no presenta riesgos para la persona que se examina, se realiza como un examen de rutina para determinadas afecciones médicas. En este contexto, puede proporcionar indicaciones inespecíficas de enfermedades metabólicas. Inflamaciones, tumores o trastornos funcionales del cerebro también suelen aparecer en el EEG. En pacientes en un coma, electroencefalografía puede proporcionar indicaciones de trastornos subyacentes. El electroencefalograma es el método de exploración de primera elección, especialmente en pacientes con tendencia a sufrir ataques epilépticos. Puede utilizarse, por ejemplo, para determinar el lugar desde el que se originan las incautaciones. Además, la electroencefalografía es un componente indispensable para diagnosticar Muerte cerebral.

Procedimiento del examen

El paciente no debería haber tomado bebidas estimulantes como Café, té o reajuste salarial antemano. Recién lavado pelo es una ventaja. Se debe informar al médico sobre qué tablets se toman, ya que algunos pueden afectar la curva del EEG. El examen es indoloro, inofensivo y puede repetirse tantas veces como sea necesario. Se colocan unos 20 electrodos de manera uniforme en el cuero cabelludo. El examen de rutina dura aproximadamente media hora en reposo con los ojos cerrados. Entre tanto, se le pide al examinado que abra los ojos, los vuelva a cerrar y respire con fuerza.

En casos especiales, el examen se realiza durante 24 horas (EEG de larga duración, generalmente con un dispositivo portátil) o principalmente durante el sueño (EEG de sueño), a veces métodos de provocación como la privación del sueño o se utilizan destellos de luz. Esto puede permitir el diagnóstico de un aumento de las convulsiones. Además, se puede realizar una grabación de video durante el examen (video-EEG) para ver si ciertos fenómenos, como el parpadeo, están asociados con una convulsión.

Evaluación del electroencefalograma

La actividad eléctrica del cerebro depende de qué trabajo está haciendo el cerebro en un momento dado. Las curvas registradas en personas despiertas y relajadas (ondas alfa) tienen un ritmo diferente al de la actividad mental (ondas beta), el sueño o la enfermedad (ondas delta o theta). Además, el patrón de la curva se ve diferente en los niños que en los adultos.

Al evaluar el patrón de la curva, el médico no solo observa qué curvas ocurren, sino también si están deformadas, qué frecuencia tienen (es decir, qué tan rápido o lento corren) y si son regulares o forman ciertos patrones. Además, examina las curvas en las distintas ubicaciones de la Lead y así puede obtener indicaciones de una ocurrencia local ("hallazgo focal"), por ejemplo, un tumor, un trastorno circulatorio o una hemorragia.

El factor decisivo en la evaluación es el panorama general, que se compone de los puntos individuales. Solo en casos raros es un cambio tan típico que apunta a una enfermedad específica, por ejemplo, el cerebro inflamación causada por herpes virus provoca una curva muy específica. En caso de Muerte cerebral ya no es detectable actividad cerebral, por lo tanto, solo se muestran líneas rectas en el EEG (EEG de línea cero). Dado que el momento de la muerte se equipara con la pérdida irreversible de la función cerebral, un EEG de línea cero durante 30 minutos es uno de los requisitos previos indispensables para declarar muerto a un paciente y, por ejemplo, extraer sus órganos para trasplantar.