Insuficiencia renal: señales y síntomas de advertencia

¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia renal aguda?

En muchos casos, la insuficiencia renal aguda comienza con síntomas inespecíficos como fatiga rápida, dificultad para concentrarse y náuseas. La micción disminuye, lo que significa que los afectados apenas sienten la necesidad de ir al baño. Si la cantidad de orina excretada es inferior a 500 mililitros en 24 horas, los médicos hablan de oliguria. Si la persona afectada excreta menos de 100 mililitros de orina en el mismo período, se trata de anuria.

Sin embargo, en algunos casos la insuficiencia renal aguda no causa ningún síntoma.

La reducción de la excreción de orina provoca retención de agua en el tejido, conocida como edema. Esto ocurre principalmente en las piernas. Posteriormente, el agua que los riñones enfermos ya no excretan se acumula también en otros órganos. Si los pulmones están afectados (edema pulmonar), esto suele provocar dificultad para respirar.

La insuficiencia renal aguda también cambia la composición de las sales sanguíneas (electrolitos sanguíneos). El aumento de los niveles de potasio es particularmente importante: la hiperpotasemia puede provocar arritmia cardíaca potencialmente mortal, mareos y pérdida breve del conocimiento.

¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia renal crónica?

Los síntomas de la insuficiencia renal crónica (insuficiencia renal crónica) dependen principalmente de la enfermedad subyacente (como diabetes o presión arterial alta) en las primeras etapas de la enfermedad. En las fases posteriores de la enfermedad, por el contrario, el cuadro clínico se caracteriza por enfermedades secundarias derivadas de la insuficiencia renal.

Etapa inicial

Al principio, la insuficiencia renal crónica no provoca ningún síntoma durante mucho tiempo: mientras la función renal sólo esté ligeramente alterada, la persona afectada normalmente no nota nada. Algunas personas se quejan de síntomas inusuales, como bajo rendimiento y cansancio. Otro signo temprano de insuficiencia renal crónica en algunos casos es la micción frecuente, en la que la orina es muy pálida y poco concentrada.

Etapa avanzada

A medida que avanza, la insuficiencia renal crónica suele ir acompañada de los siguientes síntomas:

  • Presión arterial alta (hipertensión): ocurre por primera vez o se vuelve cada vez más difícil de controlar.
  • Pequeñas cantidades de orina (menos de medio litro por día; lo normal es aproximadamente un litro y medio por día)
  • A veces, orina de color rojo (debido a los productos de descomposición del pigmento rojo de la sangre)
  • Orina espumosa al orinar (indicación de proteína en la orina)
  • Retención de líquidos (edema) en el cuerpo, especialmente en piernas y párpados.
  • Anemia (anemia renal) y fatiga asociada, debilidad, problemas de concentración, disminución de la capacidad de recuperación física, así como palidez o coloración café con leche de la piel (piel amarilla sucia)
  • Dolor en los huesos
  • dolor muscular
  • Picazón y ardor en las piernas.
  • Molestias gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea.

La progresión de la insuficiencia renal crónica daña gradualmente casi todos los órganos y sistemas de órganos del cuerpo; los médicos lo llaman síndrome urémico. Conduce a cambios patológicos en el sistema cardiovascular, el sistema hematopoyético, el tracto gastrointestinal, el sistema nervioso, el sistema endocrino, así como en la piel y los huesos.

Cuanto más pierden función los riñones, más graves se vuelven los síntomas. En la insuficiencia renal terminal (etapa terminal) se manifiestan síntomas como dificultad respiratoria grave, latidos cardíacos irregulares, somnolencia, mareos, convulsiones y coma.