Arco alto: causas, síntomas y tratamiento

La pie hueco (lat. Pes excavatus) es una deformación congénita o adquirida del pie. Reconocible es el pie hueco, por un arco elevado, que lo hace exactamente lo contrario del pie plano.

¿Qué es un pie hueco?

Debido a una elevación del arco longitudinal del pie, la presión generada al caminar y estar de pie no se distribuye uniformemente en el pie. Dependiendo de si la carga corporal debida al arco alto está más en la parte anterior del pie o en el talón, se hace una distinción entre arco alto y tacón alto, y el tacón alto ocurre con mucha menos frecuencia. Como resultado, se desarrollan puntos de presión en la parte posterior del pie, el metatarso y los dedos de los pies, que se manifiestan como dolor de pie para los afectados. Debido a esto dolor de pie existentes pie hueco, existen restricciones en el movimiento del pie y problemas al caminar. Esto resulta en un mayor riesgo de caídas y esguinces. La deformidad hace que el pie se sienta bastante rígido e incómodo, al igual que los dedos, que además parecen curvados. Otro problema para las personas que sufren de un pie hueco es el desgaste prematuro del calzado influenciado por la posición del pie.

Causas

Hay varias causas posibles que pueden ser determinantes para un pie hueco. La primera posibilidad, y al mismo tiempo la más común, es un pie hueco congénito, que se puede detectar al nacer. Sin embargo, la deformidad del pie también puede ocurrir como resultado de una enfermedad. Las posibles causas son parálisis (especialmente en los músculos pequeños del pie), enfermedades del sistema nervioso, Otros daño en el nervio, debilidad muscular, debilidad de ligamentos o médula espinal Tumores. Estas enfermedades provocan un arqueamiento longitudinal excesivo del pie, lo que pone antinatural estrés en el pie. Otra causa, especialmente en el caso de los pies hundidos más débiles, es el uso de zapatos ajustados con tacones demasiado altos. Sin embargo, también puede suceder que no se pueda determinar el motivo del cambio en la forma del pie. En este caso, el condición se llama pie hueco idiopático (idiopático = sin una causa identificable).

Síntomas, quejas y signos.

Diagrama esquemático que muestra el anatomia del pie en comparación con un pie normal, pie plano y arco alto. Un pie hueco se manifiesta por un malposición del pie, que generalmente se puede ver desde el exterior. El arco longitudinal del pie afectado está muy elevado, lo que hace que el pie sea más corto y robusto. Un pie hueco a menudo se presenta con un talón hacia adentro, así como dedos en martillo y garras. Debido a la mala posición del pie, la apariencia del pie también se ve alterada: El talón y antepié soportar toda la carga corporal. Esta carga incorrecta conduce a las quejas típicas de un pie hueco. El excesivo estrés en el pie causa graves dolor y conduce a la formación de callosidades a largo plazo. Dependiendo de la causa, un arco alto puede cambiar con los años. Los síntomas generalmente aumentan gradualmente y, a menudo, solo se notan cuando la deformidad ya está muy avanzada. Las quejas ocurren principalmente cuando se usan zapatos, luego hay dolores punzantes, sensación de presión y alteraciones de la marcha. Las personas con pies hundidos muestran un paso inestable y, a menudo, se tuercen los tobillos, lo que provoca lesiones en repetidas ocasiones. Si el pie hueco no se trata, otros salud Los problemas pueden desarrollarse a partir del comportamiento de evitación, como el desgaste prematuro de las articulaciones, los tobillos mal posicionados y dolor de los nervios. A medida que avanza la deformidad, callos generalmente también se forman en los dedos de los pies.

Diagnóstico y progresión

El pie hueco generalmente se descubre durante una examen físico, ya que ya es visible a simple vista en forma pronunciada. Sin embargo, se puede determinar con certeza sobre la base de la huella. Los médicos suelen determinar la extensión de un pie hueco mediante rayos X. Las características para reconocer una deformidad del pie son, por ejemplo, marcha inestable, torsión más fácil, aumento de caídas, esguinces o callos en los dedos de los pies. Debido a la mayor carga en el antepié y el área del talón, que es causada por estar de pie y caminar durante mucho tiempo, dolor también puede ocurrir en el metatarso si existe un pie extendido al mismo tiempo. Otra indicación puede ser dolor en el talón. Suelen provenir de inflamación, que puede ser causado por la posición deformada del pie hueco.

Complicaciones

El pie hueco hace que el paciente experimente diversas molestias y limitaciones que afectan correr En la mayoría de los casos, los afectados sufren del llamado dedo en martillo y callos. Estas quejas generalmente Lead al dolor severo, que ocurre principalmente al caminar. Este dolor provoca considerables restricciones de movimiento, lo que dificulta aún más la vida cotidiana. Toda la musculatura del pie está restringida y paralizada por el pie hueco, por lo que el paciente no puede realizar actividades deportivas. Debido a la carga incorrecta permanente del arco alto, se produce un dolor intenso, que también puede presentarse en forma de dolor en reposo. El dolor en reposo puede Lead a problemas para dormir por la noche y causar depresión.. El diagnóstico de arco alto suele ser relativamente sencillo, por lo que se puede iniciar un tratamiento precoz. En la mayoría de los casos, el tratamiento se realiza con la ayuda de plantillas y terapias. Esto puede aliviar la mayoría de los síntomas y prevenir más complicaciones. En casos graves, también se pueden realizar intervenciones quirúrgicas. La esperanza de vida no se ve afectada por el arco alto.

¿Cuándo deberías ir al médico?

Un pie hueco leve no necesariamente necesita ser tratado siempre y cuando no cause ninguna molestia. Sin embargo, si acompañan a la deformidad hay puntos de presión, callosidades o callos y el pie duele con regularidad, lo mejor es acudir a un ortopedista. Una indicación de un pie hueco puede ser una musculatura del pie débilmente desarrollada o debilitada. En el caso de un pie hueco muy pronunciado, siempre es aconsejable que lo examine un especialista, preferiblemente un ortopedista, porque él o ella puede decidir mejor qué tratamiento medidas son necesarios para corregirlo y cómo se pueden aliviar de la manera más sensata las molestias causadas por la deformidad. En el caso de una deformidad avanzada como dedos de martillo y dedos en garra, fisioterapéutico medidas son generalmente necesarios, generalmente en forma de se extiende ejercicios, para que la deformidad no empeore. Si no se trata, un pie hueco suele empeorar con el paso de los años, y la incomodidad se acumula en peu à peu, lo que dificulta cada vez más el uso de zapatos. En este punto, a más tardar, una visita al ortopedista por lo general ya no puede evitarse debido a la presión del sufrimiento. Sin embargo, es mejor consultar a un médico de antemano para que tales quejas no surjan en primer lugar.

Tratamiento y terapia

Dependiendo del grado de deformidad, existen diferentes tipos de tratamiento para pacientes con pie hueco. El grado en el que el pie hueco ya está pronunciado generalmente se determina mediante radiografías. En casos más livianos, las inserciones de zapatos modeladas que sostienen el pie suelen ser suficientes. Esto distribuye la presión y alivia las áreas muy estresadas, como la bola del pie y el talón. Además, es recomendable llevar una férula de noche, que fija y estabiliza el pie durante la noche. Para mantener una mayor estabilidad y reducir el riesgo de torsión, se recomienda usar zapatos con un eje alto. También suele ser necesario que las personas con pie hueco se hagan unos zapatos ortopédicos especiales. Si la deformación del pie ya está avanzada, es necesario someterse a un tratamiento fisioterapéutico. Movimiento y se extiende Los ejercicios guiados a menudo influyen positivamente en el curso de la deformidad del pie. La gimnasia y los ejercicios adecuados pueden complementar perfectamente el tratamiento ortopédico. Para pacientes con pie hueco muy avanzado, también existe la opción de enderezar quirúrgicamente el pie.

Perspectivas y pronóstico

El pie hueco generalmente promete un buen pronóstico. Si los pasos de tratamiento necesarios se toman temprano, la deformidad a menudo se puede corregir antes de que se produzca un daño permanente en la tobillo y Tendones ha ocurrido. Es necesario un diagnóstico y tratamiento tempranos para evitar un mayor deterioro de la deformidad. Si el pie hueco se detecta a tiempo, se puede corregir mediante cirugía, ortopedia y fisioterapia. medidas. Aunque un pie hueco rara vez puede corregirse por completo, el malestar es marginal y el pronóstico es, en consecuencia, positivo. Sin embargo, si la deformidad no se trata, progresa y eventualmente conduce a la deformidad de los dedos de los pies y tobillo. Luego, las restricciones de movimiento y el dolor se vuelven más severos, lo que siempre se asocia con una disminución en la calidad de vida. Un pie hueco congénito debe tratarse inmediatamente después del nacimiento para garantizar un pronóstico positivo. Un arco alto adquirido generalmente se desarrolla junto con otras deformidades y dolencias físicas, por lo que incluso temprano terapia forestal no puede garantizar una vida libre de síntomas. Los pacientes suelen tener que realizar ejercicios de fisioterapia y tomar analgésicos por el resto de sus vidas. Además, la deformidad puede reaparecer y causar molestias que deben ser tratadas quirúrgicamente.

Prevención

Debido a que el arco alto es congénito o es el resultado de otro condición, no hay forma de prevenirlo. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno, el curso de la deformidad puede verse influido positivamente.

Programa de Cuidados Posteriores

En la mayoría de los casos de arco alto, la persona afectada tiene muy pocas opciones de cuidados posteriores directos. En este sentido, las personas afectadas dependen principalmente de la detección y el tratamiento tempranos para evitar complicaciones adicionales o un mayor empeoramiento de los síntomas. En general, el diagnóstico temprano tiene un efecto muy positivo en el curso posterior de la enfermedad. Las personas afectadas deben comunicarse con un médico ante los primeros síntomas y signos de la enfermedad. En la mayoría de los casos, un pie hueco se compensa con el uso y el uso de plantillas para zapatos. Las personas afectadas deben usar estas plantillas de forma permanente y no omitirlas. Especialmente en el caso de los niños, los padres deben controlar el uso. Además, las plantillas deben ajustarse al pie a medida que el niño crece. Asimismo, el uso de zapatos ortopédicos especiales también puede aliviar los síntomas de la enfermedad. En muchos casos, los que sufren de arcos altos también dependen de fisioterapia medidas. En este contexto, muchos de los ejercicios también se pueden realizar en el propio domicilio del paciente, acelerando así el tratamiento. Por regla general, el pie hueco no reduce la esperanza de vida de los afectados.

Que puedes hacer tu mismo

Un pie hueco definitivamente debe presentarse a un especialista, preferiblemente un ortopedista, incluso si aún no causa ningún síntoma. Sin embargo, los pacientes también pueden hacer su parte para prevenir un arco alto o detener la progresión de la condición. En casos leves, ya ayuda si la persona afectada usa constantemente plantillas especiales que apoyan y alivian el pie. Las plantillas distribuyen la presión por todo el pie de modo que se alivien las áreas que de otro modo estarían sobrecargadas, como la bola del pie y los talones. Una férula para dormir que estabilice el pie durante la noche puede aumentar aún más el efecto positivo de las plantillas. Las personas afectadas que tienden a torcerse los tobillos debido a su pie hueco pueden reducir este riesgo usando botas o zapatos de media altura con pala. Aquellos que se retuercen los tobillos con mucha frecuencia también deben considerar zapatos ortopédicos especiales, que se pueden adaptar al grado individual del trastorno y así prevenir este problema. Además, la progresión de la deformidad puede prevenirse o al menos retrasarse mediante un tratamiento fisioterapéutico iniciado a tiempo. En muchos casos, los ejercicios fisioterapéuticos especiales pueden incluso ayudar a revertir la deformidad. Sin embargo, esto requiere entrenamiento regular bajo la guía de un fisioterapeuta experimentado en el terapia forestal del trastorno. Las ampollas, úlceras por presión, fisuras y otras lesiones deben tratarse con prontitud, que de lo contrario pueden desencadenar más dolor de pie.