Hipoterapia: tratamiento, efecto y riesgos

Los caballos siempre han sido un socio importante del hombre. Incluso pueden ayudarlo con ciertas enfermedades. O al menos para influir positivamente en el curso de la enfermedad. Especialmente las personas con discapacidades neurológicas pueden beneficiarse de la conducción terapéutica. Una forma de equitación terapéutica es la hipoterapia.

¿Qué es la hipoterapia?

La hipoterapia se está volviendo cada vez más popular en el mundo actual. Es una forma de equitación terapéutica que utiliza caballos o ponis especialmente entrenados. La hipoterapia es una especialidad de la equitación terapéutica, así como la educación curativa con caballos y la equitación como deporte para personas con discapacidad. En la hipoterapia, sin embargo, la atención se centra en el paciente afectado por trastornos del movimiento neurológico. Ya se han logrado muchos éxitos médicos de esta manera. No importa si son niños, adultos o personas mayores: la hipoterapia es adecuada para todos los grupos de edad. Puede considerarse como una forma de fisioterapia para entrenar la postura. El paciente se sienta a caballo y está acompañado por un terapeuta. El propio paciente no ejerce ninguna influencia sobre el caballo.

Función, efecto y objetivos

La hipoterapia se utiliza para personas con enfermedades neurológicas que conllevan determinados trastornos del movimiento. Éstas incluyen esclerosis múltiple así como ataxia (trastornos del movimiento coordinación) y traumático cerebro lesión. La hipoterapia también promete buenos resultados de tratamiento para el daño no neurológico del sistema musculoesquelético. Los pacientes con daño en las extremidades (dismelia), por ejemplo, y una curvatura resultante del cuerpo aprenden en terapia forestal para fortalecer sus músculos donde están demasiado débiles. Los músculos sobrecargados, por otro lado, aprenden a soltarse. A equilibrar se restaura. De esta manera, se puede corregir la postura del paciente y evitar las desalineaciones de las articulaciones. La tensión muscular se normaliza.

En la práctica, la equitación terapéutica implica que el paciente se siente pasivamente sobre el lomo del caballo. El terapeuta guía al paciente. Al caminar, el caballo ahora transmite sus vibraciones tridimensionales a la persona. De esta forma, el paciente debe aprender a percibir conscientemente estas vibraciones en la pelvis y a seguir estos movimientos. El caballo transmite aproximadamente 100 impulsos de vibración a la persona en un minuto. De esta forma, el paciente no solo entrena su postura y equilibrar, sino también una sensación corporal saludable. Así, en muchos casos, hay una mejora en los trastornos del movimiento neurológico. Además, la hipoterapia entrena todo el sistema perceptivo del paciente. Por ejemplo, las personas con hemiparesia pueden recuperar la sensación del centro de su cuerpo. El efecto de la equitación terapéutica es que el cuerpo del paciente intenta reajustarse a las vibraciones del caballo en movimiento. En este proceso, todos los ejes de movimiento se utilizan y aplican para mejorar la función motora del paciente. De esta forma se influye positivamente en el curso de la respectiva enfermedad. Otra ventaja de la hipoterapia es que el terapeuta accede al paciente a través del camino del caballo y así puede trabajar mejor con él. La inclusión de este sensible animal en el proceso de curación del ser humano también tiene el efecto positivo de que las frecuentes terapia forestal el desencanto en los pacientes disminuye o desaparece por completo. Esto mejora las posibilidades de éxito, porque el paciente vuelve a abrirse más al terapeuta.

Riesgos, efectos secundarios y peligros

La hipoterapia puede producir mejoras significativas en el cuadro clínico del paciente en muchos trastornos neurológicos u otros trastornos del movimiento. Por otro lado, también hay condiciones en las que la hipoterapia hace más daño que bien. Por esta razón, la terapia forestal no se considera adecuado para personas con inflamación de la columna, por ejemplo, o para personas con un episodio activo de esclerosis múltiple. Además, no debe utilizarse en personas con trastornos convulsivos mal controlados con medicación, ya que esta forma de terapia implica un alto riesgo de lesiones debido a la altura de la caída del caballo. Además, los pacientes con un mayor riesgo de trombosis or embolia Debe abstenerse de este método de tratamiento Dado que no se puede descartar por completo una caída del lomo del caballo, tampoco se debe considerar la hipoterapia para el tratamiento si la persona afectada también sufre de hemofilia. Personas con alergia a caballo pelo naturalmente tampoco se benefician de la terapia colocada a caballo. Esto también se aplica a quienes padecen otras formas de alergia. Personas que tienen una reacción extrema al polvo, heno y otros animales. pelo con heno fiebre, tos or asma no se sentirá cómodo con los caballos. Además, no se recomienda la hipoterapia si una persona sufre de forma aguda procesos inflamatorios, independientemente de su origen, o de pronunciada arteriosclerosis. Además, la forma de terapia no es adecuada para pacientes con hernia de disco, articulación de cadera artrosis or angina pectoris. Esta forma de tratamiento tampoco se recomienda para pacientes con hipertensión y tendencia a la crisis hipertensiva. Normalmente, el médico tratante o especialista emite una receta para el método fisioterapéutico, por lo que en realidad no existe una forma incorrecta de tratamiento aquí. Esto requiere un examen médico completo del paciente con anticipación, para que se pueda diagnosticar la enfermedad en particular.