¿Qué tan alto es el riesgo de infección? | Fiebre glandular de Pfeiffersches en el embarazo - ¡tan peligrosa es eso!

¿Qué tan alto es el riesgo de infección?

El virus que causa la glándula de Pfeiffer fiebre está clasificado como altamente contagioso. Esto significa que es muy probable que se produzca una infección al entrar en contacto con el virus, por lo que se transmite fácilmente de persona a persona. La transmisión se realiza por infección por gotitas.

Por encima de todo, el Saliva de una persona enferma es altamente contagiosa, por lo que la enfermedad se transmite fácilmente al besar. Por eso debe su nombre "enfermedad del beso". No existe un mayor riesgo de infección para las mujeres embarazadas en comparación con el resto de la población.

Para protegerse, se recomienda evitar el contacto con personas enfermas durante el embarazo. Si se sabe que los miembros de la familia o los amigos tienen fiebre, deben evitarlo por su propia protección durante el embarazo y, sobre todo, evitar bocacontacto con la boca con personas potencialmente enfermas. Incluso semanas después del inicio de los síntomas, el Saliva de los enfermos sigue siendo infeccioso.

¿Cuáles son las consecuencias de la fiebre glandular en el embarazo?

Glandular de Pfeiffer fiebre, a diferencia de otras enfermedades infecciosas como rubéola or toxoplasmosis, no tiene un efecto negativo en el desarrollo del niño y la integridad de la el embarazo. El feto no corre el riesgo de sufrir malformaciones o daños en los órganos. El riesgo de aborto espontáneo tampoco aumenta con la fiebre glandular de Pfeiffer.

La enfermedad suele curarse sin consecuencias, especialmente en mujeres embarazadas con un sistema inmunológico. En casos muy raros, sin embargo, pueden ocurrir complicaciones dentro del alcance de la enfermedad. Estos incluyen una ruptura del bazo acompañado de hemorragia interna potencialmente mortal, riñón fracaso y corazón inflamación muscular.

Por lo tanto, el descanso físico es absolutamente necesario durante toda la duración de la enfermedad, especialmente durante el embarazo. Otras complicaciones graves incluyen daño al centro sistema nervioso y el sistema hematopoyético. Estas complicaciones son, como se mencionó, muy raras, pero si ocurren, pueden amenazar el embarazo y el feto. Sin embargo, debe enfatizarse que, por regla general, no es de esperar la ocurrencia de tales consecuencias.

El virus EBV también está asociado con la aparición de algunos cánceres. Estos pueden ocurrir años y décadas después de la infección por el virus y, por lo tanto, no ocurren directamente durante el embarazo. Sin embargo, la probabilidad de estas consecuencias también debe clasificarse como bastante baja.

Por tanto, la fiebre glandular de Pfeiffer no suele tener consecuencias específicas para el embarazo. Naturalmente, representa una mayor carga para la madre, ya que la enfermedad va acompañada de un bienestar general reducido, así como una sensación pronunciada de enfermedad y agotamiento. En algunos casos, también puede ser necesaria una estancia hospitalaria en la clínica para garantizar la integridad de la madre y el niño. En particular, la administración intravenosa de líquidos así como el control de la fiebre mediante medicación antipirética y el descanso físico durante la estancia hospitalaria son medidas terapéuticas prioritarias.