Síndrome de Angelman: signos, terapia

Breve descripción

  • ¿Qué es el síndrome de Angelman? Trastorno genético poco común caracterizado por deficiencias físicas y mentales en el desarrollo infantil.
  • Síntomas: rasgos faciales parecidos a los de una muñeca, trastorno del desarrollo, problemas de coordinación, poco o ningún desarrollo del lenguaje, disminución de la inteligencia, convulsiones, risa sin motivo, ataques de risa, babeo excesivo, agitar los brazos con alegría
  • Causas: Defecto genético en el cromosoma 15.
  • Diagnóstico: incluye entrevista, examen físico y pruebas genéticas.
  • Terapia: No hay terapia causal disponible; de apoyo, p.e. fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional; posiblemente medicamentos para aliviar los síntomas (por ejemplo, convulsiones)
  • Pronóstico: Esperanza de vida normal; no es posible una vida independiente

Síndrome de Angelman: definición

El nombre “síndrome de Angelman” proviene del descubridor de la enfermedad, el pediatra inglés Harry Angelman. En 1965, comparó los cuadros clínicos de tres niños que tenían rasgos faciales parecidos a los de un muñeco. Los niños se reían mucho y hacían movimientos bruscos, como marionetas. Esto dio lugar al nombre en inglés de “síndrome del títere feliz”.

El síndrome de Angelman ocurre en ambos sexos. El riesgo de padecer la enfermedad es de aproximadamente 1:20,000, lo que convierte al síndrome en una de las enfermedades raras.

Síndrome de Angelman: síntomas

Al nacer, los niños con síndrome de Angelman todavía pasan desapercibidos. Sólo en la infancia y la niñez los trastornos del desarrollo motor y cognitivo se vuelven cada vez más notorios. Las características del trastorno genético son:

  • desarrollo motor retrasado
  • coordinación deteriorada
  • a menudo ningún o casi ningún desarrollo del lenguaje
  • inteligencia reducida
  • comportamiento hiperactivo, hiperactivo
  • risa sin razon
  • ataques de risa
  • gestos alegres (por ejemplo, agitar los brazos)
  • frecuente salida de la lengua

En algunos niños con síndrome de Angelman se observa además:

  • Microcefalia (cabeza anormalmente pequeña): no al nacer, sino durante el desarrollo posterior.
  • Convulsiones @
  • cambios en la actividad eléctrica del cerebro
  • Piel y ojos muy claros debido a la pigmentación reducida (hipopigmentación).
  • estrabismo (estrabismo)

Síndrome de Angelman: causas

La causa del síndrome de Angelman es un defecto genético en el cromosoma 15: en los individuos afectados, la función del gen UBE3A está alterada. Este gen normalmente produce una enzima que participa en la descomposición de proteínas dañadas o en exceso en las células. Por tanto, ayuda a que la célula funcione normalmente.

En muchas células del cuerpo, el gen está activo en ambos cromosomas, pero no en las células nerviosas del cerebro: allí, en muchas personas, el gen UBE3A en el cromosoma 15 paterno se desactiva mediante impronta. En consecuencia, UBE3A está activo en el cerebro sólo en el cromosoma 15 materno. Esto también significa que si la copia del gen materno tiene un error, esto no puede ser compensado por la copia del gen paterno silenciado. Y exactamente esta combinación se presenta en el síndrome de Angelman: la copia del gen paterno está desactivada, la copia materna está defectuosa.

El defecto genético subyacente puede ser de diferentes tipos:

  • Mutación en el gen UBE3A: Debido a un cambio espontáneo en el gen, se pierde la información que contiene. Esto se aplica al cinco al diez por ciento de las personas con síndrome de Angelman. Aproximadamente en uno de cada cinco casos se produce una mutación familiar: en este caso, la madre ya porta la alteración genética en su cromosoma paterno.
  • Dos cromosomas 15 paternos: El afectado ha heredado ambos cromosomas 15 de su padre, ninguno de su madre (médicamente llamado “disomía uniparental paterna 15”). Por tanto, no existe ningún gen activo UBE3A. Esto es cierto para alrededor del uno al dos por ciento de todos los pacientes con síndrome de Angelman.
  • Error de impronta: el gen UBE3A del cromosoma 15 materno, así como el del cromosoma 15 paterno, se desactiva mediante la impronta. Además, es posible que falte una determinada parte del cromosoma (deleción). Un defecto de impresión se encuentra en uno a cuatro por ciento de los casos de síndrome de Angelman.

¿El síndrome de Angelman es hereditario?

En principio, el riesgo de recurrencia es bajo en el síndrome de Angelman. Esto se refiere al riesgo de que los padres de un niño afectado tengan otros hijos que también padezcan el síndrome. Sin embargo, en casos individuales este riesgo depende en gran medida del defecto genético en el que se basa el síndrome de Angelman.

Por ejemplo, en el caso del síndrome de Angelman resultante de dos cromosomas 15 paternos (disomía uniparental paterna 15), el riesgo es inferior al uno por ciento. Por el contrario, el síndrome de Angelman debido a un defecto de impronta con pérdida de un determinado segmento genético (deleción de IC) puede ocurrir en la mitad de los casos en un hermano.

En teoría, los pacientes con síndrome de Angelman pueden reproducirse. Dependiendo de cuándo se produjeron los cambios cromosómicos causantes (por ejemplo, durante el desarrollo de las células germinales o inmediatamente después de la fecundación), el riesgo de que las personas afectadas transmitan la enfermedad es a veces muy alto (hasta el 100 por ciento). Sin embargo, no hay datos fiables al respecto. Por ejemplo, en septiembre de 1999 hubo un caso aislado en el que una madre que padecía el síndrome de Angelman transmitió la enfermedad.

Síndrome de Angelman: diagnóstico

Si nota los síntomas descritos anteriormente en su hijo, el pediatra es la primera persona a quien debe contactar. Él o ella podrá delimitar las posibles causas con mayor precisión y, si es necesario, derivarle a usted y a su hijo a un especialista.

Historial clínico

El primer paso en el diagnóstico es un historial médico completo. Durante este proceso, el médico le hará varias preguntas sobre su hijo como:

  • ¿Qué cambios ha notado en su hijo?
  • ¿Su hijo tiene alguna queja física?
  • ¿Su hijo alcanza objetos?
  • ¿Su hijo habla?
  • ¿Su hijo suele estar notablemente alegre o hiperactivo?
  • ¿Su hijo se ríe en situaciones inapropiadas, como cuando siente dolor?

Examen físico

A esto le sigue un examen físico. El pediatra evalúa el desarrollo motor y mental normal del niño. Para ello se utilizan ejercicios sencillos: por ejemplo, se pide al niño que se concentre en los juguetes o que alcance específicamente un bloque de construcción. El médico también presta atención a las expresiones faciales del niño. La risa frecuente, los rasgos faciales de muñeca y el babeo son signos del síndrome de Angelman.

Si el médico sospecha este raro trastorno después del examen físico, lo derivará a un neurólogo y a un genetista humano.

Prueba genética

En un primer paso, los médicos prestan atención al patrón de metilación del segmento cromosómico (análisis/prueba de metilación). Otras pruebas realizadas con las mismas muestras (análisis de deleción, análisis de mutación) ayudan a determinar con más detalle la causa del síndrome de Angelman. Para ello, también puede ser necesario examinar el material genético de los padres. De esta manera, los médicos determinan si ya existe un defecto genético allí.

Exámenes adicionales

A menudo resultan útiles exámenes adicionales. Por ejemplo, el EEG se puede utilizar para detectar cambios en la actividad eléctrica del cerebro, como suele ocurrir en el síndrome de Angelman. También pueden estar indicados exámenes oftalmológicos.

Síndrome de Angelman: terapia

Algunos síntomas y molestias asociados con el síndrome de Angelman también pueden requerir un tratamiento específico. Por ejemplo, los medicamentos anticonvulsivos (antiepilépticos) ayudan contra las convulsiones y los tranquilizantes (sedantes) ayudan con los trastornos graves del sueño.

En el sitio web de Angelman e.V. En la asociación encontrará mucha información sobre el síndrome de Angelman, informes de experiencias y eventos para personas afectadas, así como personas de contacto para personas afectadas en todas las regiones de Alemania.

Síndrome de Angelman: curso de la enfermedad y pronóstico.

Primer año de vida

Los bebés con síndrome de Angelman tienen problemas más frecuentes al amamantar, chupar y tragar. Suelen sacar la lengua o babear mucho. Además, los niños con síndrome de Angelman suelen regurgitar (cuando esto sucede, a menudo se sospecha erróneamente de intolerancia alimentaria o enfermedad de reflujo). Los vómitos frecuentes pueden provocar una pérdida de peso peligrosa.

El retraso en el desarrollo motor se suele notar entre el 6.º y el 12.º mes de vida: los niños no gatean ni se sientan. Los movimientos de la parte superior del cuerpo suelen ser inestables. Esto, a su vez, dificulta sentarse.

Una fracción de los afectados experimenta convulsiones ya a los 12 meses de edad.

Uno a tres años

Durante los primeros tres años de vida, el trastorno del desarrollo del síndrome de Angelman se vuelve muy evidente. Los niños sufren más las convulsiones leves. A veces son hiperactivos, sobreestimulados y siempre están en movimiento. Muchos tienden a llevarse constantemente las manos o juguetes a la boca o sacar la lengua con frecuencia y babear. Si los niños están especialmente emocionados, a menudo se ríen excesivamente y agitan los brazos extendidos.

Pubertad y edad adulta

La pubertad suele ocurrir entre tres y cinco años tarde en los niños con síndrome de Angelman. Sin embargo, la madurez sexual se desarrolla normalmente. El desarrollo del habla sigue estando ausente, aunque la comprensión del habla suele estar presente. Las convulsiones suelen controlarse bien con medicamentos en la edad adulta.

Las personas con síndrome de Angelman tienen una esperanza de vida normal. Sin embargo, una vida independiente no es posible debido a limitaciones mentales.