Otosclerosis: síntomas y tratamiento.

Breve descripción

  • Tratamiento: Inyección de cortisona, audífono, cirugía a largo plazo para reemplazar total o parcialmente el hueso del estribo del oído con una prótesis.
  • Síntomas: pérdida de audición creciente, sin tratamiento hasta el punto de sordera, a menudo zumbidos en los oídos (tinnitus), rara vez mareos.
  • Causas y factores de riesgo: Causa exacta desconocida, posiblemente infecciones (sarampión), influencias hormonales, causas genéticamente hereditarias, las mujeres se ven afectadas con mayor frecuencia, los síntomas aparecen a menudo durante el embarazo y la menopausia.
  • Diagnóstico: varias pruebas de audición.
  • Pronóstico: Buen pronóstico con la cirugía, la sordera suele ser el resultado si no se trata
  • Prevención: Si existe predisposición conocida en la familia, se aconsejan revisiones periódicas con un otorrinolaringólogo.

¿Qué es la otosclerosis?

La otosclerosis es una enfermedad del oído medio e interno en la que partes del oído se endurecen y osifican. Esto perjudica la transmisión del sonido desde el oído medio al interno. La osificación suele comenzar en el oído medio y, a menudo, se extiende al oído interno a medida que avanza.

Metabolismo óseo alterado

Las ondas sonoras recibidas por el oído hacen que vibre el tímpano al final del canal auditivo externo. Esto se transmite a la cadena de huesecillos del oído medio: tres pequeños huesecillos llamados martillo, yunque y estribo, que están conectados en serie.

El sonido se transmite desde el martillo, que está en contacto con el tímpano, a través del yunque hasta el estribo, que está conectado a la membrana de la ventana oval, la entrada al oído interno. Desde allí, la información acústica llega al cerebro a través del nervio auditivo.

En la otosclerosis se altera el metabolismo óseo en la zona de la cápsula laberíntica (hueso en la zona del oído interno). Como regla general, los primeros cambios ocurren en la ventana ovalada. Desde allí, la osificación se extiende al estribo, que está en contacto con la membrana de la ventana oval: el estribo se vuelve cada vez más inmóvil, lo que perturba cada vez más la transmisión del sonido y, finalmente, la imposibilita.

Frecuencia

La otosclerosis es más común entre las edades de 20 y 40 años. Sin embargo, a veces los cambios en el oído pueden ocurrir ya en la niñez sin que los síntomas se hagan evidentes.

¿Cómo se puede tratar la otosclerosis?

Si no se trata la otosclerosis, la osificación aumenta constantemente. Los médicos hablan de un curso progresivo. El deterioro no se puede detener con medicamentos. Durante un cierto período de tiempo, las inyecciones de preparados que contienen cortisona pueden aliviar la pérdida auditiva.

En muchos casos, los audífonos también ayudan a mejorar la audición. Sin embargo, a largo plazo no es posible evitar que la audición se deteriore continuamente. Esto significa que vivir con un diagnóstico de otosclerosis generalmente es posible con restricciones.

Cirugía de otosclerosis: estapedectomía

Los médicos hablan de “ectomía” cuando se extrae algo. En una estapedectomía, se extirpa todo el estribo, ya sea utilizando instrumentos quirúrgicos o un láser. Luego, el médico tratante inserta un reemplazo artificial (prótesis).

Al igual que el propio estribo, la prótesis está conectada por un extremo al yunque y por el otro extremo a la membrana de la ventana oval. De este modo cumple plenamente la función del estribo, de modo que la transmisión del sonido vuelve a estar garantizada.

Cirugía de otosclerosis: estapedotomía

La estapedotomía es el segundo método quirúrgico posible para la otosclerosis. En el pasado, generalmente se utilizaba la estapedectomía. Hoy en día, sin embargo, se prefiere la estapedotomía debido a los menores riesgos que implica.

La operación suele realizarse con anestesia local y, más raramente, con anestesia general. El médico inyecta el anestésico en el conducto auditivo externo. El tímpano se separa por un lado para que el estribo sea accesible. Después de la operación, el cirujano dobla el tímpano hacia atrás.

La operación no suele durar más de media hora. El paciente lleva un vendaje especial para la oreja (taponamiento de oreja) durante al menos dos semanas después de la operación. Sin embargo, el éxito de la operación se hace evidente, si no ya durante la operación, a más tardar durante estas dos semanas.

Tratamiento de la otosclerosis capsular.

Si ya existe otosclerosis capsular (es decir, osificación que se ha extendido al oído interno), normalmente no sólo se ve afectada la conducción del sonido, sino también la percepción del mismo. Un trastorno de la percepción del sonido no se puede eliminar mediante estapedectomía o estapedotomía, ya que la causa del trastorno de la audición se encuentra en el oído interno.

Si la pérdida auditiva neurosensorial grave bilateral debida a otosclerosis capsular ya no puede mejorarse lo suficiente con audífonos, el implante coclear es el tratamiento de elección.

Despues de la operacion

Después de la cirugía de otosclerosis, los pacientes suelen permanecer en el hospital entre tres y cinco días. Después de unas cuatro a seis semanas, los pacientes se recuperan completamente de la operación y, en la mayoría de los casos, ya no presentan ningún síntoma.

Los pacientes suelen volver a trabajar después de sólo tres o cuatro semanas.

¿Cuáles son los síntomas?

La otosclerosis conduce a un deterioro progresivo de la audición, normalmente al principio sólo en un oído. En aproximadamente el 70 por ciento de los afectados, la otosclerosis se desarrolla posteriormente también en el segundo oído.

A medida que aumenta la osificación, la movilidad de los huesecillos auditivos se restringe cada vez más. Con el tiempo, esto puede provocar una pérdida auditiva total (sordera).

Alrededor del 80 por ciento de los pacientes con otosclerosis también sufren ruidos en los oídos, como zumbidos o zumbidos (tinnitus).

Muchos pacientes afirman que oyen mejor de lo habitual en un ambiente ruidoso (por ejemplo, durante un viaje en tren) (Paracusis Willisii), especialmente a sus interlocutores.

Los médicos explican esto por el hecho de que los ruidos molestos en tonos más bajos se escuchan menos (y por lo tanto son menos molestos para los afectados) y, en particular, los interlocutores hablan más alto en un ambiente ruidoso.

Causas y factores de riesgo

Aún no se han aclarado los vínculos exactos con el desarrollo de la otosclerosis. Los médicos sospechan que influyen varios factores. Las posibles causas incluyen infecciones virales (sarampión, paperas o rubéola) y procesos autoinmunes.

En las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunológico lucha contra su propio tejido. En algunos casos, la otosclerosis es un síntoma concomitante de la llamada enfermedad de los huesos de cristal (osteogénesis imperfecta).

La otosclerosis ocurre con más frecuencia en algunas familias. Si uno de los padres sufre de otosclerosis, los hijos tienen un mayor riesgo de desarrollar también la enfermedad. Por tanto, los médicos sospechan que la enfermedad se basa en una predisposición genética.

En las mujeres, los primeros signos de otosclerosis suelen aparecer durante el embarazo y, con menos frecuencia, durante la menopausia.

Se observa un aumento de los síntomas en mujeres con la enfermedad que están tomando la píldora anticonceptiva. Por tanto, se supone que las hormonas sexuales femeninas también desempeñan un papel en la otosclerosis. Una mayor concentración de hormonas sexuales femeninas puede acelerar los procesos de remodelación del hueso.

A veces se habla de una relación entre la nutrición y la otosclerosis o la pérdida auditiva en general en relación con vitaminas como la vitamina D. Sin embargo, hasta la fecha no hay pruebas suficientes. Sin embargo, hasta el momento no hay pruebas científicas suficientes al respecto.

Exámenes y diagnóstico

Un especialista en oído, nariz y garganta (otorrinolaringólogo) es la persona adecuada a quien consultar si tiene dificultades auditivas. Durante una consulta inicial, el médico tomará su historial médico (anamnesis). Tendrá la oportunidad de describir en detalle cualquier queja que haya notado. Para delimitar aún más la naturaleza y el origen de las molestias, el médico le hará preguntas como:

  • ¿Ha sufrido recientemente una infección viral o bacteriana?
  • ¿Ha tenido alguna vez este tipo de quejas en el pasado?
  • ¿Has tenido un accidente recientemente?

Examen físico

Después de realizar una historia clínica, se realiza un examen físico. En primer lugar, el médico mira el oído con una lupa neumática (otoscopia), lo que permite examinar la movilidad del tímpano. Al hacerlo, detecta cualquier cambio en el conducto auditivo externo y en el tímpano.

Si la causa de los problemas de audición es la inflamación, esto se puede reconocer por un claro enrojecimiento del canal auditivo y del tímpano. En las personas con otosclerosis, por el contrario, el canal auditivo y el tímpano no tienen nada de especial. Sólo en casos muy graves aparece una especie de mancha rojiza que brilla a través del tímpano (el llamado signo de Schwartze).

Prueba de audición

Las pruebas de audición (audiometría) revelan característicamente una pérdida en un determinado rango de frecuencia entre 1 y 4 kilohercios. Esta característica se conoce como depresión de Carhart.

Con las diferentes variantes de la prueba (la llamada prueba de Rinne, prueba de Weber y prueba de Gellé), el médico determina si la pérdida auditiva se debe a un trastorno de la conducción del sonido o a un trastorno de la percepción del sonido. En el caso de la pérdida auditiva conductiva, las ondas sonoras no se transmiten al oído externo ni al oído medio. En el caso de la pérdida auditiva neurosensorial, la discapacidad auditiva se origina en el oído interno, el nervio auditivo o el cerebro.

En el caso de la otosclerosis, donde la osificación se produce exclusivamente en el oído medio, la conducción del sonido se ve afectada. En caso de alteraciones en el oído interno (otosclerosis capsular), se altera la percepción del sonido. También existen formas mixtas con cambios otoescleróticos tanto en el oído medio como en el interno.

Si estos cambios sólo se presentan en un oído, esto se puede determinar comparándolos con el otro oído. Si los cambios están presentes en ambos oídos, este examen no es concluyente y son necesarios más exámenes.

Exámenes adicionales

Durante una prueba del habla (audiograma del habla), el médico comprueba si las personas afectadas tienen dificultades para oír las palabras habladas.

Los procedimientos de imágenes se utilizan para detectar directamente cambios en los huesos. La resonancia magnética (MRI) y la tomografía computarizada hacen visible el alcance de la otosclerosis. Las imágenes también se pueden utilizar para descartar dislocaciones o fracturas (por ejemplo, tras un traumatismo) de los huesos.

En casos individuales es útil un examen radiológico.

El médico también realizará únicamente una gammagrafía timpano-coclear (TCS) (un procedimiento de imagen que utiliza un agente de contraste ligeramente radiactivo) y una prueba del sentido del equilibrio en determinados casos.

Curso de la enfermedad y pronóstico.

El pronóstico de la otosclerosis depende de si se trata y cuándo. Sin tratamiento, la osificación del oído suele provocar una pérdida auditiva grave o incluso sordera.

Cuanto antes se someta a la cirugía y al tratamiento de seguimiento a los pacientes con otosclerosis, mayores serán las posibilidades de una curación completa.

Los síntomas posteriores a la operación son sensación de mareo ocasional. Sin embargo, esto suele desaparecer en cinco días. En algunos casos, los mareos duran más. Sólo ocasionalmente la audición se deteriora como resultado de la operación.

Prevención

La otosclerosis no se puede prevenir. Sin embargo, se recomienda a las personas con familiares que padecen otosclerosis que visiten regularmente a un otorrinolaringólogo para que se diagnostiquen a tiempo los signos de otosclerosis.

También es recomendable consultar inmediatamente a un otorrinolaringólogo si tiene problemas generales de audición o tinnitus. Examinarán los oídos en busca de cambios y, si es necesario, realizarán una operación en una etapa temprana. Esto reduce el riesgo de progresión grave y posiblemente daño permanente debido a la otosclerosis.