Terapia psicológica del dolor | Terapia del dolor

Terapia psicológica del dolor

Psicoterapia y terapia de comportamiento juegan un papel importante en el tratamiento de enfermedades crónicas dolor. Los patrones psicológicos contribuyen significativamente a la cronificación de dolor, creando un círculo vicioso del que es difícil salir. En principio, dolor siempre se evalúa emocionalmente en el cerebro.

Esto sucede en el sistema límbico, una parte especial del cerebro. Es allí donde se decide si el paciente tiene estrategias de afrontamiento positivas para lidiar con su dolor o si reacciona a su dolor de una manera bastante pesimista, depresiva o agresiva. Por tanto, la actitud del paciente hacia su dolor juega un papel fundamental.

La fijación psicológica en el dolor y el estado de ánimo depresivo contribuyen a que el dolor se perciba con más fuerza y ​​desaparezca más lentamente o no desaparezca en absoluto. Además, a menudo se desarrolla miedo a un dolor renovado o aumentado, lo que conduce a un comportamiento de evitación y tensión muscular inconsciente. Esto lleva a obstáculo y mala postura, que promueve el desarrollo de nuevos dolores y el empeoramiento del existente.

Por lo tanto, es importante, especialmente en el caso del dolor crónico, tomar contramedidas desde el principio mostrando al paciente un comportamiento para aliviar el dolor. Esto incluye relajación técnicas tales como relajación muscular progresiva, entrenamiento autógeno o hipnosis. En músculo progresivo relajación, las distintas partes de los músculos del cuerpo se tensan conscientemente una tras otra y luego se vuelven a relajar conscientemente.

Esto debería conducir a que el paciente tenga una mejor percepción corporal y pueda relajarse activamente. Endurecimientos y tensiones en los músculos se puede liberar permanentemente, reduciendo el dolor. Este procedimiento también es adecuado para la reducción del estrés y tiene una influencia positiva especialmente en dolor de espalda.

Puedes encontrar información detallada sobre este tema en Relajación muscular progresiva El entrenamiento autógeno también sirve para mejorar la percepción corporal. El paciente aprende a influirse en sí mismo y en su percepción, lo que debería conducir a una relajación. Al igual que con relajación muscular progresiva, tensiones en el sistema musculoesquelético, pero también se puede influir en la función de los sistemas de órganos.