Los síntomas de la culebrilla | Herpes

Los síntomas de la culebrilla

Herpes el zósterherpes) ocurre preferentemente en ancianos o con inmunodeficiencias (p. ej. SIDA, leucemia). En la mayoría de los casos, la infección se limita a uno o más dermatomas (área de extensión de un nervio). En contraste con varicela, que afecta a todo el cuerpo, herpes ocurre localmente.

Los segmentos de piel afectados se caracterizan por ampollas de pie muy dolorosas y agrupadas sobre suelo enrojecido. Las ampollas contienen líquido que contiene el virus. Después de unos días de la fase dolorosa, se forman varios focos inflamatorios con ampollas claras.

2-7 días después, las ampollas son turbias y amarillentas, el enrojecimiento desaparece y la piel se vuelve pustulosa y sangrante. Deshidratación ahora comienza. Después de 2-3 semanas, las ampollas han cicatrizado y han dejado cicatrices leves.

Además de muy severo dolor En el caso de herpes, fiebre también puede ocurrir. Un rasgo característico de un herpes La infección por herpes zóster o culebrilla es la aparición de enfermedades específicas. dolor en un área determinada del cuerpo / piel que es irrigada por un nervio del afectado ganglio (= acumulación de neurona corpúsculos). los dolor a menudo comienza varios días antes de la aparición de la erupción cutánea clásica de la culebrilla y se acompaña de picazón en esta área.

En la fase aguda inicial, un sordocuya predomina el dolor, que a menudo puede intensificarse con el movimiento. Se desencadena por el hecho de que la infección con el herpes El virus zóster conduce a la liberación de sustancias químicas que irritan los receptores del dolor (nociceptores) en el área afectada. En terminología médica, esto también se conoce como dolor nociceptivo.

En el curso posterior de la enfermedad se produce un dolor neuropático, que es un dolor del los nervios ellos mismos. Su origen se debe a la virus que atacan el los nervios y esparcirse por sus senderos. Durante toda la fase de la enfermedad, este dolor agudo a menudo puede desencadenarse con un toque ligero. En ocasiones, el dolor se acompaña de una sensación de hormigueo o, en casos excepcionales, de parálisis. En algunos pacientes, el dolor neuropático persiste más allá del curso real de la enfermedad, en este caso se denomina poszóster. neuralgia.