Empleador
Aunque las pruebas de detección de drogas en el lugar de trabajo son en principio una invasión de la privacidad, generalmente están permitidas, sin embargo, siempre que el empleado consienta voluntariamente y permita expresamente que se realicen las pruebas, o si se registró un consentimiento claro en el contrato de trabajo cuando el empleado fue contratado. De lo contrario, la prueba de detección de drogas en el lugar de trabajo solo es posible si así lo ordena la ley o las autoridades. Además, el empresario debe tener una sospecha concreta y el trabajo debe implicar un cierto riesgo potencial.
Sin embargo, la denegación de la prueba, si no se dispone de orden judicial, no es en ningún caso motivo de despido. En el peor de los casos, una negación puede resultar en una advertencia o sospecha. Sin embargo, si se lleva a cabo una prueba de drogas en el lugar de trabajo, la elección del médico que realiza la prueba queda siempre a discreción del empleado.
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