Contusión en el niño

Un hematoma en los niños, también conocido como hematoma, es causado por un impacto externo contundente y violento en el tejido. Los niños pequeños a menudo contraen esta lesión cuando juegan con otros o durante actividades deportivas. El aumento repentino de la presión en el área afectada hace que el pequeño sangre vasos en el tejido para estallar, la sangre se filtra y se deposita debajo de la piel.

En la mayoría de los casos, la superficie de la piel no se daña y permanece intacta. A menudo impresionan como desagradables y dolorosos. Como regla general, los hematomas no tienen un alto valor de enfermedad y se curan rápidamente. Los hematomas también pueden ocurrir en los bebés.

Causas

Hay muchas causas diferentes para la aparición de hematomas en los niños. Los moretones son causados ​​por un traumatismo por fuerza contundente. Estos pueden ocurrir en los niños, especialmente durante las caídas, mientras juegan o durante actividades deportivas.

Los hematomas también pueden ocurrir como resultado de una cirugía o un tratamiento dental. La sangre que se escapa durante estas operaciones fluye desde el tejido corporal lesionado hacia una cavidad corporal preformada o el tejido circundante. Niños pequeños que sufren trauma craneoencefálico en un accidente también puede desarrollar un moretón.

Esto puede conducir a complicaciones potencialmente mortales, como un aumento de la presión intracraneal o múltiples alteraciones o fallas de la sistema nervioso y requiere una acción quirúrgica inmediata. Sin embargo, los hematomas también ocurren repetidamente sin ningún traumatismo aparente o patrón de lesión preexistente. En estos casos, siempre se debe considerar un posible trastorno de la coagulación.

Especialmente en los niños, se debe prestar atención en estos casos a los trastornos de la coagulación relacionados con la familia y se deben iniciar más diagnósticos. La presencia de hematomas recientes y antiguos sin trauma previo, en combinación con trastornos del comportamiento o fracturas en varias etapas de curación, también pueden ser indicios de abuso físico. No deben pasarse por alto.

Diagnóstico

El diagnóstico de una moretón en la mayoría de los casos, se puede realizar sin ningún problema en base a la historia de su origen, aparición y síntomas acompañantes. La coloración, la extensión de la hinchazón y la extensión brindan buena información sobre la gravedad y la edad del hematoma. Hematomas particularmente grandes que ocurren en el cabeza Se debe prestar suficiente atención a la zona o los hematomas en bebés pequeños y se debe consultar a un médico para un examen más detallado. Para evaluar el tamaño exacto, la extensión y, si es necesario, otras lesiones adicionales, procedimientos de imagen adicionales como ultrasonido o se puede utilizar tomografía computarizada.

Síntomas asociados

Los moretones suelen ir acompañados de hinchazón del tejido afectado. Los niños suelen molestarlos un poco más que los adultos porque pueden ser muy dolorosos según su tamaño y diseminación. Los hematomas pequeños y bastante superficiales suelen causar solo una ligera presión dolor, que generalmente desaparece después de 1-2 días.

Los hematomas un poco más grandes, que se encuentran en el fondo, a veces pueden ir acompañados de graves dolor. Si se encuentran cerca de órganos, pueden restringir su función y ejercer una presión que se percibe como extremadamente desagradable. Además, la presión resultante sobre el tejido circundante también puede provocar un estrechamiento o compresión de otros sangre vasos o tractos nerviosos.

Como resultado, existe el riesgo de las llamadas necrosis, una destrucción del tejido o también de alteraciones en la sensibilidad y la función motora. Los hematomas en los niños generalmente se manifiestan externamente principalmente a través de sangrado debajo de una superficie de piel intacta, que inicialmente aparece de color rojizo a azulado y cambia a verdoso o amarillento después de uno o dos días. Cuando el moretón pierde su color, este es un primer signo del proceso de curación progresiva. Los moretones particularmente grandes que no se curan tan rápido también representan un medio nutritivo adecuado para los gérmenes y bacterias fotosintéticas, de modo que en el caso de una nueva ocurrencia fiebre o signos crecientes de inflamación (enrojecimiento, hinchazón, sobrecalentamiento, dolor, funcionalidad limitada), acompañada de agotamiento o deterioro de la condición, siempre se debe considerar la propagación de una infección.