Memoria a largo plazo

A largo plazo memoria es parte de nuestra memoria. Es responsable de almacenar información durante un largo período de tiempo. Esto incluye la capacidad de recuperar esta información.

Se distribuye a diferentes áreas de nuestra cerebro y se puede dividir aproximadamente en dos formas. Éstos dependen del tipo de información que se almacena. El llamado declarativo memoria es responsable de almacenar hechos, como recetas. El procesal memoria, por otro lado, almacena procesos inconscientes, como la capacidad de andar en bicicleta. La memoria a largo plazo es muy compleja y muchos procesos aún no se comprenden completamente.

¿Cómo funciona la memoria a largo plazo?

El funcionamiento de la memoria a largo plazo a veces implica procesos muy complejos que todavía no se comprenden completamente en la actualidad. Todos los días, cada persona está rodeada de millones de impresiones e información. Una gran parte de esta información no se almacena, sino que se vuelve a clasificar de inmediato.

De lo contrario, el cerebro estaría inundado de muchas cosas sin importancia, por así decirlo. En consecuencia, solo una parte llega a la memoria. Esta es inicialmente la memoria a corto plazo y después de ordenar aún más la llamada memoria de trabajo.

Este último puede almacenar información desde minutos hasta meses, dependiendo de su importancia. Si cierta información, como el vocabulario o el texto de una canción, se repite regularmente o incluso se practica, se puede transferir a la memoria a largo plazo. Esto funciona especialmente bien cuando la información está asociada con sentimientos intensos, como suele ser el caso de la letra de una canción, por ejemplo.

Ahora las letras se pueden almacenar durante años, incluso de por vida, dependiendo de su importancia y uso. Este proceso es una forma de aprendizaje. Para entender lo que sucede en el cerebro, cabe mencionar que hay muchas células nerviosas en nuestro cerebro que están conectadas entre sí.

Cuantas más conexiones haya entre ellos, más información se puede transmitir y almacenar. En consecuencia, cuando la información se aprende y se almacena en la memoria a largo plazo, se establecen nuevas conexiones entre las células nerviosas, también llamadas neuronas. No existe un límite conocido para la cantidad de información que se puede almacenar en nuestra memoria a largo plazo.

Entonces, si una persona no puede recordar algo, no es porque la información ya no esté allí, sino porque se ha almacenado incorrectamente y ya no se puede encontrar. La memoria a largo plazo se puede dividir en dos formas. La llamada memoria declarativa almacena información diversa, como recetas, conocimientos profesionales o biográficos.

Esta información se registra a través de una estación intermedia, la hipocampo (una estructura del cerebro) y se transmite durante la noche mientras duerme. La llamada memoria procedimental, por otro lado, se encarga de almacenar inconsciente, es decir, automáticamente correr, procesos. Nos permite, por ejemplo, andar en bicicleta sin tener que pensar en cómo funciona. Aquí no hay escala; practicar el ciclismo es, por así decirlo, en sí mismo el almacenamiento de esta información.