Lidiar con los contratiempos

Pero, ¿qué hacer cuando faltan las experiencias para volver atrás? ¿Puedes entonces engañar al sistema límbico? Sí, dicen los expertos, y lo juran entrenamiento autógeno: primero, te sumergen en lo profundo relajación; tu mente se suelta y tu subconsciente es particularmente receptivo. Luego, bajo guía terapéutica, intenta visualizar el resultado del cambio deseado de una manera positiva. He aquí un ejemplo: Con la frase “Soy delgado y me siento ligero y libre”, se asocia una imagen en la mente que refleja esta situación. Por ejemplo, uno podría imaginarse saltando del bloque de salida en bikini. Si logra almacenar esta imagen, la motivación para el cambio de comportamiento se duplica. Junto con la estrategia adecuada, pronto podrá poner en práctica mejor sus resoluciones.

¿Qué me impulsa?

Si se propone hacer algo que en realidad va en contra de su naturaleza, corre el riesgo de fracasar. A menudo, uno quiere corresponder con él solo con una determinada imagen. Cada cambio cuesta fuerza y energía para poder alcanzar la meta. Por lo tanto, siempre vale la pena cuestionar la motivación de la resolución.

¿Inaugurar otros?

Sí, porque quien también tiene que existir frente a los demás, automáticamente se esfuerza más y, de paso, piensa de manera más concreta en su comportamiento deseado. Esto hace que sea más fácil de implementar más adelante. Pero también una retroalimentación escéptica del medio ambiente puede beneficiar más que perjudicar a algunos, según el lema: “Ya te lo mostraré”.

Los pequeños pasos aportan una sensación de logro más rápida

También debes recompensarte por los pequeños pasos. Ejemplo: si logro hacer ejercicio durante media hora dos veces por semana, me compro un buen libro.

Tratar con los reveses

Los contratiempos deben tenerse en cuenta desde el principio y no deben entenderse como fallas en el futuro. Más bien como una oportunidad para preguntar cuál era el problema. Solo entonces podrá prepararse mejor para la próxima vez y / o buscar ayuda a su debido tiempo. Emocional estrés, crisis personales o salud trastornos como dolores de cabeza o las infecciones respiratorias siempre pueden devolvernos a viejos patrones de roles. Debilitan el cerebromecanismos de control y recurrir a automatismos probados, aunque malos. El peligro de alcanzar un cigarrillo o chocolate es particularmente alto ahora. Una vez que ha roto la regla, generalmente se dice: Ahora nada importa. Pero eso está mal.