Parálisis del plexo infantil: causas, síntomas y tratamiento

La parálisis del plexo infantil es una parálisis del brazo que afecta a los recién nacidos. Es el resultado de un estiramiento excesivo, desgarro o avulsión de las raíces nerviosas al nacer. Además de físico y la terapia ocupacional, microconstructivo medidas puede restaurar la movilidad y la sensibilidad del brazo afectado durante los primeros meses de vida, y el cuidado parental intensivo también juega un papel como medida terapéutica.

¿Qué es la parálisis del plexo infantil?

La parálisis del plexo infantil es el término médico para la parálisis infantil del brazo que ocurre durante el parto debido a una lesión en el plexo nervioso. La parálisis infantil del brazo varía en gravedad y, por lo tanto, restringe el movimiento del brazo en diversos grados. Al mismo tiempo, se produce una alteración más o menos grave de la sensibilidad del brazo. Dependiendo del número de raíces nerviosas afectadas, la parálisis del plexo infantil puede retroceder o implicar restricciones permanentes de movimiento.

Causas

La parálisis infantil del brazo siempre es causada por un daño en la estructura del nervio del brazo que ocurre durante el proceso de nacimiento. Por lo general, el daño resulta de anomalías se extiende del brazo los nervios y por lo tanto suele asociarse a complicaciones durante el proceso de parto. Tales complicaciones están presentes, por ejemplo, cuando el hombro del bebé se enreda y los obstetras tienen que ejercer una presión extrema sobre el bebé. cuello. Sin embargo, el nacimiento mecánico SIDA como los fórceps también pueden promover la parálisis del plexo infantil. Los bebés con un peso al nacer superior a 4000 gramos son los más comúnmente afectados por la condición. Situaciones de emergencia como cordón umbilical el enredo durante el nacimiento también puede requerir una acción en el cuello y región cervical y, por lo tanto, se asocian igualmente comúnmente con la parálisis infantil del brazo. Con menos frecuencia, el daño en el brazo se debe a cesárea or raíz nerviosa avulsión durante el parto de nalgas.

Síntomas, quejas y signos.

La plexo braquial se encuentra sobre la clavícula y tiene cinco raíces nerviosas hasta tres troncos nerviosos. Así, además del movimiento del hombro, también controla la flexión y extensión del codo. Asimismo, este complejo nervioso es responsable del movimiento de la mano y del movimiento de los músculos pectorales. Dependiendo de cuál de las cinco raíces nerviosas se vea afectada por la paresia, hay paresia del plexo superior, medio o completo. La gravedad y la ubicación del daño determinan los síntomas. En parálisis completa del plexo con raíz nerviosa avulsión, el niño no puede mover el brazo o el músculo pectoral. Las sensaciones tampoco están presentes para estas áreas. Si en lugar de una avulsión solo hay un desgarro o estiramiento excesivo, la capacidad de moverse, pero también la sensibilidad de las áreas correspondientes, es limitada, pero no completamente bloqueada. En la parálisis del plexo superior, no se ven afectadas las cinco raíces nerviosas. En este caso, la restricción de sensibilidad y movimiento se refiere solo a la zona del hombro y el codo, con parcial pecho afectación muscular. La parálisis del plexo intermedio, por otro lado, involucra solo el músculo pectoral y la extensión del codo.

Diagnóstico y curso de la enfermedad.

El médico a menudo puede hacer el diagnóstico de parálisis del plexo infantil mediante un diagnóstico visual. Esto es especialmente cierto si el proceso de nacimiento ha ido acompañado de complicaciones que típicamente favorecen la manifestación. Para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar la obtención de imágenes adecuadas. La forma en que se desarrolla la parálisis del plexo infantil depende del caso individual y del número e intensidad de las lesiones particulares. El correctivo medidas iniciados también influyen en el curso de la enfermedad. Si, por ejemplo, puede llevarse a cabo una reconstrucción microquirúrgica del nervio, se puede asumir un curso más positivo en determinadas circunstancias. Si la paresia se acompaña de trastornos del crecimiento del brazo, se puede predecir un curso más severo de la enfermedad con daño permanente. Los factores negativos en casos individuales también pueden ser enfermedades concomitantes, como obesidad. Debido a las paralizaciones, pueden ocurrir malposiciones extremas en el brazo afectado en determinadas circunstancias, que se acompañan de desgaste articular. Fisioterapéutico medidas puede ser útil para evitar la progresión de la enfermedad.

Complicaciones

Como regla general, la parálisis de los brazos se produce en los niños afectados. Esta parálisis puede Lead a diversas restricciones en la vida diaria del paciente y, por lo tanto, también al retraso en el desarrollo. La calidad de vida de la persona afectada está significativamente limitada por esta enfermedad. En muchos casos, los padres y familiares también se ven fuertemente afectados por esta enfermedad y necesitan apoyo psicológico. Como una regla, se extiende y ya no es posible doblar el brazo sin más esfuerzo, lo que no es infrecuente que también ejerza presión sobre el hombro. No es raro que las áreas dañadas también sufran de insensibilidad y otras alteraciones sensoriales. Los pacientes ya no pueden realizar ciertas cosas y actividades en la vida cotidiana. En muchos casos, la parálisis del plexo infantil también causa trastornos del crecimiento, que pueden Lead a daños secundarios y complicaciones en la edad adulta. Los brazos también pueden asumir una mala posición, lo que provoca más tensión. La parálisis del plexo se trata mediante diversas terapias o mediante una intervención quirúrgica. No ocurren más complicaciones. Sin embargo, no se puede predecir si ocurrirá un curso positivo de la enfermedad.

¿Cuándo deberías ver a un médico?

Si el recién nacido no puede mover el brazo y pecho músculo correctamente, la parálisis del plexo infantil puede ser la causa subyacente. Se debe consultar a un médico si el malestar no ha desaparecido después de un día o si el niño muestra signos de dolor. Si el niño no puede extender o flexionar el brazo, se debe visitar el hospital de inmediato. También es necesaria una intervención rápida si se agregan otros síntomas a las restricciones de movimiento. Por lo tanto, los síntomas de parálisis, cambios en la piel o las anomalías del comportamiento del niño deben ser aclaradas por un médico en cualquier caso. A menudo, la paresia del plexo infantil se reconoce inmediatamente después del nacimiento y se trata mientras el niño todavía está en el hospital. Se indican más visitas al médico durante y después de la terapia forestal. En general, la parálisis del brazo debe tratarse durante muchos años para preservar permanentemente y, en el mejor de los casos, incluso mejorar la movilidad del brazo. Por tanto, los padres y posteriormente las propias personas afectadas deben consultar al médico con regularidad. Además del médico de cabecera, se puede consultar a un ortopedista o fisioterapeuta. Madre-hijo acompañante terapia forestal es recomendado.

Tratamiento y terapia

El tratamiento de la parálisis infantil del brazo depende en gran medida de qué los nervios Son afectados. Durante las dos primeras semanas después del nacimiento, el brazo se salva e inmoviliza, ya que el sistema nervioso puede recuperarse por sí solo de daños menores, como estirarse demasiado. La hinchazón y los hematomas deberían desaparecer durante este período. Sólo después de estos primeros días son la terapia ocupacional y fisioterapia medidas iniciadas, que tienen por objeto, en particular, evitar un mal posicionamiento de la articulaciones y se adaptan a los movimientos típicos de la edad del niño. En casos individuales, parte de la los nervios en la fase temprana también se puede restaurar mediante microcirugía. Por regla general, esta intervención reconstructiva tiene lugar en los primeros meses de vida. La neurólisis, por ejemplo, elimina los residuos cicatrices y así mejora la conductividad de los nervios dañados. Aproximadamente tres años después de este procedimiento, la realineación de tendones y músculos puede mejorar la funcionalidad general del brazo. El cuidado de los padres es de gran importancia en el contexto de todas las medidas terapéuticas. Por ejemplo, excesivo estrés sobre la relación madre-hijo debido al fenómeno debe evitarse.

Perspectivas y pronóstico

El pronóstico de la paresia del plexo infantil es difícil de predecir. Se necesitan pruebas específicas para determinar qué nervios se vieron afectados o dañados al nacer en el recién nacido para establecer una perspectiva adicional del curso de la enfermedad. En un gran número de pacientes, con una buena atención médica y una atención integral por parte de los padres, se puede documentar una recuperación completa en el curso posterior. Existen varios enfoques terapéuticos y entrenamientos específicos que se pueden utilizar para lograr la recuperación. Sin embargo, también existe la posibilidad de que la parálisis o parálisis parcial permanezca de por vida a pesar de todos los esfuerzos. La extensión de las fibras nerviosas dañadas proporciona información sobre el curso posterior de la enfermedad. Si no se logra la restauración de las posibilidades de movimiento del brazo, se esperan más secuelas. Lead a estados emocionales y mentales de estrés. En caso de un curso desfavorable de la enfermedad, se desarrollan trastornos psicológicos que contribuyen a un deterioro significativo del bienestar y la calidad de vida. El rendimiento físico es limitado debido a la enfermedad y puede conducir a un fuerte debilitamiento de la psique. La vida cotidiana debe reestructurarse y adaptarse a las condiciones físicas del paciente. Dependiendo de los rasgos de personalidad individuales, así como del entorno del paciente, existe el riesgo de enfermedad mental.

Prevención

Los padres pueden prevenir la parálisis del plexo infantil tanto como sea posible poniéndose exclusivamente en manos de obstetras experimentados al nacer. Sin embargo, en las complicaciones extremas del parto, la parálisis puede ocurrir incluso si los obstetras tienen mucha experiencia.

Programa de Cuidados Posteriores

Por lo general, hay muy pocas opciones de atención de seguimiento disponibles para la persona afectada con esta condición. En este caso, el tratamiento debe iniciarse de inmediato para evitar daños permanentes al niño, que pueden afectar negativamente la vida del niño. En el peor de los casos, se produce una parálisis permanente, que ya no se puede tratar. En este caso, los padres dependen de cuidados intensivos para el niño y deben mantenerlo. Primero y ante todo, fisioterapia Son necesarias medidas para paliar los síntomas, aunque muchos de los ejercicios también se pueden repetir en casa. Del mismo modo, el niño necesita la ayuda de su propia familia y amigos en la vida cotidiana. Con un mayor desarrollo, también pueden ser necesarias más intervenciones quirúrgicas para aliviar permanentemente el malestar. Después de tal operación, el niño debe descansar y relajarse en cualquier caso. No se deben realizar actividades o esfuerzos físicos. La enfermedad tampoco reduce la esperanza de vida del niño, siempre que se trate de forma rápida y adecuada.

Que puedes hacer tu mismo

En el caso de la parálisis del plexo infantil, permanente fisioterapia Se recomienda encarecidamente el tratamiento. Como parte de la fisioterapia, a los padres de los pacientes afectados se les muestran diversos ejercicios que deben realizar varias veces al día con sus hijos en casa. Dado que la parálisis infantil del brazo conduce a limitaciones físicas en la vida cotidiana, Kindergarten, la escuela, la formación y los lugares de trabajo deben estar informados proactivamente sobre el problema. Actividades deportivas, especialmente nadar, puede tener un efecto positivo sobre la parálisis del plexo y debe alentarse si el niño está interesado. Algunos nadar los clubes ofrecen clases especiales para niños con trastornos del movimiento. La parálisis infantil del brazo debe ser discutida abiertamente por los padres con sus hijos. Un enfoque abierto del trastorno del movimiento, según el carácter y la edad del niño, es un factor importante en la autoayuda. Deben evitarse los términos negativos o peyorativos para la extremidad afectada, como brazo débil o roto. Con los niños mayores y los adolescentes, las conversaciones sobre su propia imagen corporal son de suma importancia, porque con el inicio de la pubertad, su propia imagen corporal a menudo cambia. Si el niño se bloquea o se retrae completamente en sí mismo, se recomienda un tratamiento psicológico o psicoterapéutico complementario del paciente con el objetivo de aumentar la autoestima.