Hematitis

Una inflamación del coroides también se llama coroiditis y describe una inflamación de la coroides, que se encuentra entre la retina y la esclerótica. los coroides Se encarga de aportar nutrientes y regular la temperatura de la retina. A menudo, la inflamación afecta la retina al mismo tiempo, por lo que en la mayoría de los casos se llama coriorretinitis.

A menudo ocurre en el contexto de otras enfermedades o infecciones con patógenos como toxoplasmosis, tuberculosis u hongos cándida. Durante el examen oftalmológico, a menudo aparecen manchas blancas en el parte posterior del ojo. Debido a la falta de los nervios existentes coroides, la inflamación coroidea no causa dolor y es particularmente notable en forma de deterioro de la visión.

Causas

Las causas de una inflamación coroidea son muchas y variadas y pueden tener orígenes muy diferentes. A menudo, la causa exacta no se comprende completamente. Otras enfermedades en las que hay una mayor incidencia de inflamación coroidea son Herpes símplex, varicela, rubéola, sífilis, La enfermedad de Lyme, SIDA e histoplasmosis.

A menudo, la inflamación coroidea ocurre en pacientes inmunodeprimidos. En la mayoría de los casos no hay coroiditis aislada, sino una inflamación de toda la capa vascular posterior (uveítis posterior). - La coroiditis ocurre a menudo en el contexto de otras enfermedades, como enfermedades inflamatorias del intestino (Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa).

Síntomas asociados

La inflamación de la membrana coroidea se nota principalmente en forma de deterioro de la visión. Los pacientes a menudo se quejan de visión distorsionada y puntos negros delante de los ojos. En el curso de la enfermedad, pueden ocurrir fallas del campo visual en el área del foco de inflamación.

El aumento de la sensibilidad al resplandor o el enrojecimiento del ojo también pueden ser síntomas. Con frecuencia hay un aumento de la presión interna en el contexto de la inflamación coroidea. A diferencia de las otras capas de la retina, la coroides no contiene fibras nerviosas sensibles.

Esto significa que la retina no puede percibir dolor. En consecuencia, los pacientes afectados no sienten ningún dolor cuando se aísla la inflamación coroidea. Sin embargo, por regla general, no solo se ve afectada la coroides, sino varias capas simultáneamente. En el caso de la coriorretinitis, por ejemplo, en la que también se afecta la retina, también puede producirse dolor.

Diagnóstico

El diagnóstico de una inflamación coroidea se realiza mediante el oftalmólogo mediante oftalmoscopia o funduscopia. Con este examen se puede evaluar el segmento posterior del ojo. Durante esta oftalmoscopia, el médico puede detectar en la mayoría de los casos manchas redondas borrosas, blancas o amarillas, que representan puntos focales de inflamación en la coroides.

Dependiendo del grado de actividad de la inflamación, pueden ser de diversos grados de gravedad. Para un diagnóstico más detallado y para excluir otras enfermedades, un examen con lámpara de hendidura y una medición de la presión intraocular (tonometría) también se puede realizar. En algunos casos, la tomografía de coherencia óptica (OCT) también puede ser útil, que permite obtener imágenes detalladas de las capas retinianas.