Entrenamiento autógeno en el deporte

Origen de la palabra: Griego: autos = self; genos = producir

Introducción

Entrenamiento autógeno no debe confundirse con el entrenamiento mental. Entrenamiento autógeno es un método reconocido para la regulación del estrés y el tratamiento de trastornos psicosomáticos. El fundador de entrenamiento autógeno es el berlin psiquiatra JOHANNES HEINRICH SCHULZE.

Se originó a partir de la hipnosis clásica. Sin embargo, en comparación con la hipnosis, el entrenamiento autógeno se entiende como una autosugestión en relajación. El entrenamiento autógeno, sin embargo, es más que relajación, intenta influir arbitrariamente en el sistema parasimpático (involuntario) del cuerpo a través del entrenamiento para relajarse rápida y específicamente en situaciones estresantes.

El entrenamiento autógeno generalmente se aprende en unas pocas semanas bajo la guía de un médico o psicólogo en pequeños grupos. No se recomienda la adquisición autodidacta, ya que los ejercicios podrían aprenderse incorrectamente. El alumno asume una posición cómoda, generalmente sentado con los brazos cruzados e inclinado cabeza (posición de conductor de taxi), o acostado, para principiantes.

Es importante que los músculos estén completamente relajados. Durante la actuación, el practicante imagina determinados ejercicios en la mente de forma intensiva en cortos períodos de tiempo, que realiza varias veces seguidas. El concepto de entrenamiento autógeno se basa en la respiración, la pesadez y el calor.

La imagen de "brazos pesados" y "piernas", creada consciente e intensamente en la mente, conduce automáticamente a una relajación de los músculos con una mejora concomitante sangre Circulación en las extremidades. El despertar consciente produjo una activación de las placas motoras terminales de las terminaciones nerviosas. Con la relajación deseada se producen más efectos fisiológicos: además, el entrenamiento autógeno consigue la sensación de enfriamiento.

  • Reducción de la frecuencia respiratoria.
  • Reducción de la frecuencia cardíaca.
  • La hipotensión
  • Mejora del bienestar general

La relajación consciente solo se puede lograr en condiciones ambientales óptimas. Solo aquellos que se sienten cómodos en su entorno pueden lograr un estado de relajación. Por lo tanto, se debe prestar especial atención a la temperatura ambiente, que no debe ser demasiado cálida, pero tampoco demasiado fría.

Asimismo, la habitación en la que te relajes debe estar libre de ruidos molestos y oscurecida. Especialmente a los principiantes les resulta mucho más fácil relajarse en condiciones óptimas. El uso frecuente de entrenamiento autógeno mejora la capacidad del individuo para relajarse.

Una persona experimentada puede lograr una forma de relajación más profunda en muy poco tiempo. - Alcanzar conscientemente el estado de reposo. JH Schultz describe esta fase con el objetivo, el brazo es muy pesado.

El practicante debe dejarse caer completamente durante estos ejercicios y tener la sensación de que nada puede perturbarlo. - El ejercicio difícil. El cuerpo debe ponerse conscientemente en un estado de pesadez a través de la concentración.

Las ideas típicas son: Las piernas son muy pesadas. - El ejercicio de calor le da al cuerpo una sensación de calentamiento consciente de las extremidades con la consiguiente mejora sangre circulación. - A través de controlado inhalación y con la exhalación se logra un estado consciente de relajación.

Declaraciones como: "Respiración está completamente tranquilo ”están implícitos conscientemente. - El quinto ejercicio se refiere a la influencia de los latidos del corazón. El practicante intenta conscientemente percibir los latidos del corazón.

  • En el sexto ejercicio, el practicante intenta dirigir la concentración a la plexo solar (mitad del cuerpo). - En el último ejercicio toda la concentración se dirige conscientemente al cabeza. El objetivo es imaginar una frente fresca.

Además de la relajación general, el entrenamiento autógeno se utiliza para problemas psicológicos, nerviosismo, trastornos del sueño, dolores de cabeza, hipertensión, trastornos del tracto digestivo y muchos más. El entrenamiento autógeno también se utiliza para combatir ciertas adicciones (fumar, alcohol…). Esto funciona especialmente bien, el entrenamiento autógeno se basa en el principio de autosugestión.