Interacción nervio-músculo: función, tareas, rol y enfermedades

Una interacción nervio-músculo que funcione bien es el requisito previo básico para la funcionalidad del sistema musculoesquelético. La interrupción conduce inevitablemente a la pérdida de funciones de utilidad y considerables limitaciones en las posibilidades de actividad.

¿Qué es la interacción nervio-músculo?

Una interacción nervio-músculo que funcione bien es el requisito previo básico para la funcionalidad del sistema musculoesquelético. Interacción adecuada entre los nervios y músculos es el requisito previo básico para la ejecución de acciones de movimiento bien coordinadas y actividades de estabilización adecuadas. La sistema nervioso asume las funciones de control y transmisión de información. Los músculos son los órganos de ejecución. Los impulsos de movimiento se generan en los centros motores de la corteza cerebral, donde diferentes cerebro las áreas representan y suministran las diversas regiones del cuerpo. Los comandos de movimiento necesarios para la ejecución de un programa de movimiento se transmiten desde allí a través de los tractos nerviosos del llamado sistema piramidal a los respectivos segmentos de la médula espinal. Allí se cambian y se envían a la periferia a los músculos responsables de la ejecución. Durante las acciones dinámicas, los antagonistas se inhiben simultáneamente en el médula espinal nivel. El estímulo nervioso llega finalmente a los músculos a través de muchas placas terminales motoras y se transmite al interior de la célula muscular a través del sistema de membranas. Allí, el estímulo eléctrico se convierte en un estímulo químico, lo que resulta en la liberación de calcio almacenados en vesículas en el interior de la célula. Si el calcio concentración excede un cierto umbral, la contracción se produce por consumo de energía en la célula muscular y por suma en todo el músculo.

Función y tarea

La generación de comandos de movimiento y el inicio de programas de movimiento en la central sistema nervioso están claramente orientados a objetivos, no a los músculos. Los centros motores de nuestro cerebro Piense en términos funcionales. Por lo tanto, los atletas siempre centran sus pensamientos en el objetivo del movimiento al planificar las secuencias de movimiento y no en los músculos que deben activarse en el proceso. Nuestros programas de movimiento están diseñados de tal manera que durante los movimientos se activan automáticamente los músculos actuantes (agonistas) y se inhiben los antagonistas para no obstaculizar la acción. En los requisitos de estabilización, los mismos grupos de músculos pueden trabajar juntos como sinergistas para estabilizar articulaciones, por ejemplo. Un proceso de movimiento típico en el que ocurren ambos procesos es caminar. En el columpio pierna fase, los extensores de rodilla se activan al final mientras que los flexores se inhiben. En la postura pierna fase, ambos grupos musculares trabajan juntos para estabilizar y centrar la articulación de la rodilla durante la carga compresiva. La actividad de contracción de músculos individuales o grupos de músculos puede graduarse, modificarse y controlarse de diversas formas. Una forma es a través del control espacial y temporal de las unidades motoras. Cada nervio motor tiene miles de fibras nerviosas y cada una de ellas distribuye sus impulsos a varias placas terminales motoras, que nunca se controlan todas simultáneamente, sino siempre con un retraso de tiempo. El programa motor determina cuáles se activan (reclutamiento) y cuántos por unidad de tiempo (frecuencia). La fuerza de la contracción puede por tanto ser graduada. El nivel más bajo de control es asumido por los receptores en el Tendones (Órgano tendinoso de Golgi) y los husos musculares. Miden los cambios de longitud y tensión en el músculo y los informan al médula espinal a través de fibras nerviosas sensibles. Si las señales son muy fuertes, esto significa que el músculo corre el riesgo de lesionarse y la contracción del músculo se reduce o se detiene. El sistema extrapiramidal, en particular el cerebelo, asume el control y el ajuste fino de la actividad muscular. Recibe constantemente información sobre la secuencia de los procesos de movimiento y la compara con programas almacenados e información de otros cerebro centros. Cualquier desviación se modifica para garantizar procesos coordinados.

Enfermedades y dolencias

La interacción nervio-músculo puede verse afectada por cualquier enfermedad que afecte la contractilidad de los músculos o la sistema nervioso.A nivel muscular, se trata principalmente de enfermedades que afectan el suministro de portadores de energía o minerales o provocar cambios estructurales en la composición del tejido. En el contexto de un diabetes enfermedad, por un lado la captación de glucosa en la célula muscular se altera y, por otro lado, se bloquea la descomposición de las grasas. Como resultado, el cuerpo no tiene suficiente energía disponible para contracciones cuando es necesario, que se manifiesta por una reducción en el rendimiento y una rápida fatiga de los músculos durante el esfuerzo. Los músculos que no se usan durante mucho tiempo o se usan poco y mientras tanto permanecen principalmente en una posición aproximada pierden gradualmente se extiende capacidad. Inicialmente, este proceso todavía es reversible, pero finalmente ya no lo es. Las unidades contráctiles se inmovilizan y remodelan para que adquieran las mismas propiedades que tejido conectivo. Así, el músculo pierde no sólo su se extiende habilidad, pero también su fuerza. Calcio la deficiencia puede resultar de una reducción absorción a través de los alimentos o como consecuencia de enfermedades que impiden la absorción o provocan un aumento de la excreción. Las consecuencias para el músculo pueden ser obstáculo porque en ocasiones no hay suficiente calcio para resolver la contracción. Enfermedades neurológicas que dañan la conducción motora. los nervios tienen efectos negativos importantes sobre la actividad muscular. En el caso de lesiones nerviosas, todo el cable nervioso o partes de él se cortan o dañan por la presión. Dependiendo de la gravedad, poca o ninguna estimulación puede llegar al músculo, lo que resulta en una parálisis completa o incompleta. En Polineuropatía, se daña la capa aislante de los conductores nerviosos, las llamadas vainas medulares. La información eléctrica que se transporta a través de este sistema se pierde en su camino hacia los músculos. Pueden desarrollar poco o nada fuerza. Las alteraciones sensoriales también se desarrollan a menudo en esta enfermedad porque las fibras nerviosas sensibles también se ven afectadas. Lo mismo es cierto para esclerosis múltiple, pero además puede Lead a los trastornos coordinativos de la actividad muscular, ya que no sólo el periférico los nervios pero también el sistema nervioso central se ve afectado.