Aumento de peso | Signos de la menopausia

El peso aumenta

Otro signo descrito a menudo de la menopausia es el aumento de peso a pesar de los hábitos alimenticios sin cambios. Muchas mujeres notan, especialmente entre los 40 y 50 años de vida, una acumulación de grasa que se manifiesta en función de sus circunstancias. Normalmente, el estómago y los senos se hacen más grandes, la parte inferior más plana y la cintura más ancha.

Las zonas del cuerpo donde se acumula la grasa son algo similares a las de un hombre, lo que se debe al descenso continuo de los niveles de estrógenos. Como resultado, la hormona sexual masculina testosterona, que toda mujer lleva en su cuerpo junto con el estrógeno y muchos otros hormonas, gana ventaja y su efecto se intensifica. Otra razón para el aumento de peso involuntario durante la menopausia es la edad creciente de la mujer. Una persona un poco mayor suele necesitar cantidades mucho menores de comida que una más joven, lo que significa que las porciones normales a menudo ya son demasiadas y, por lo tanto, pueden provocar un aumento de peso insidioso. Sin embargo, el aumento de la acumulación de grasa durante la menopausia también tiene una ventaja para la mujer: Tejido graso tiene la propiedad de producir estrógenos, por lo que un mayor contenido de grasa aumenta el nivel de la hormona sexual femenina, lo que conduce a una reducción de todos los síntomas causados ​​por deficiencia de estrógenos.

Similitudes con el embarazo

Sin embargo, algunas mujeres experimentan síntomas similares a los de el embarazo durante su menopausia. Por ejemplo, una sensación de tensión en los senos, sensibilidad al tacto e incluso mamas severas. dolor, que pueden ocurrir en uno o ambos lados, a veces se describen. En su mayoría, estos ocurren en la segunda mitad del ciclo, que, sin embargo, no siempre pueden asignarse claramente debido a la creciente irregularidad del ciclo.

Sin embargo, la sensación desagradable en el pecho no solo puede convertirse en una tensión física para la mujer, sino que, en algunos casos, también puede limitar la ternura en la pareja. Los momentos íntimos con la pareja, pero también los cálidos abrazos con buenos amigos pueden convertirse en una tortura, que muchas veces lleva a evitarlos. Este tipo de comportamiento de evitación puede generar problemas en el entorno social y debe aclararse mediante una conversación honesta con la pareja u otras personas cercanas.