Delirio: causas y tratamiento.

Breve descripción

  • Descripción: Complejo de diferentes síntomas físicos y mentales, todos ellos causados ​​física (orgánicamente) (“psisíndrome orgánico”). El delirio (delirio) ocurre especialmente a menudo en pacientes de edad avanzada. Los hombres se ven afectados con más frecuencia que las mujeres porque son más propensos al abuso de alcohol (potencial desencadenante del delirio).
  • Causas: infecciones febriles, alteraciones del equilibrio hídrico y electrolítico, enfermedades del sistema nervioso central (enfermedad de Parkinson, epilepsia, demencia, meningitis, etc.), alcohol y otras drogas, abstinencia de alcohol (delirium tremens), trastornos metabólicos (como diabetes mellitus), tumores, operaciones, ciertos medicamentos.
  • Tratamiento: alivio farmacológico de los síntomas del delirio (con neurolépticos, clometiazol, etc.); si es posible, también tratamiento de la causa del delirio.

El delirio también se conoce como psicosíndrome orgánico. Este término ya indica que aquí intervienen tanto componentes mentales como orgánicos. De hecho, el delirio no es un síntoma único, sino un complejo sintomático completo. El delirio tiene muchos de estos síntomas en común con las enfermedades mentales, pero las causas respectivas son siempre físicas (orgánicas).

Delirio: síntomas

  • Deterioro de la conciencia y la percepción, a menudo con deterioro de la memoria y pérdida de orientación. También se incluyen los trastornos del pensamiento con deterioro cognitivo.
  • Agitación psicomotora con fuertes ganas de moverse y movimientos ocasionales de derrape (jactaciones). Postrado en cama frecuente.
  • alegría exagerada y/o ansiedad infundada (trastornos afectivos).
  • trastornos del sueño
  • irritabilidad leve y estados de agitación

Además de estos síntomas predominantemente psicológicos, durante el delirio suelen aparecer signos físicos de enfermedad. Estos son causados ​​por el sistema nervioso involuntario y se denominan síntomas neurovegetativos:

  • Fiebre de hasta 38.5 °C.
  • aumento de la presión arterial y pulso acelerado
  • sudoración profusa (hiperhidrosis)
  • a veces respiración excesivamente rápida y profunda (hiperventilación)
  • temblor, también llamado temblor (especialmente fuerte en el delirium tremens)

A menudo, los síntomas duran sólo unas horas o días antes de que desaparezcan y finalmente desaparezcan. Sin embargo, sin tratamiento, el delirio puede provocar complicaciones cardiovasculares y respiratorias graves que pueden provocar la muerte.

Dos tipos de delirio

Los profesionales médicos distinguen entre dos tipos de delirio:

  • El delirio hiporreactivo, por el contrario, se caracteriza por una desaceleración general: los afectados parecen muy tranquilos, a veces incluso apáticos.

No es necesario que estas dos variantes estén presentes de forma aislada, sino que pueden alternarse en intervalos temporales impredecibles.

Delirio: Causas y posibles trastornos

En términos simples, el desencadenante de los síntomas del delirio es un desequilibrio de ciertas sustancias mensajeras (neurotransmisores) del sistema nervioso central (SNC). Estos mensajeros son importantes para la transmisión de señales entre las células nerviosas (neuronas). Hay varias explicaciones posibles de por qué el equilibrio de los neurotransmisores está alterado en los afectados y por qué, por ejemplo, se envían señales demasiado fuertes:

Según la hipótesis de la inflamación, las moléculas (las llamadas citocinas) que se producen durante las inflamaciones importantes también pueden alterar la liberación de neurotransmisores y contribuir así al delirio. Especialmente en el caso de inflamación sistémica, por ejemplo en forma de infecciones importantes, existe un cierto riesgo.

Por último, el estrés también influye. En concreto, asegura la liberación de hormonas del estrés (noradrenalina, glucocorticoides), que pueden tener efectos sobre el sistema nervioso central.

  • Enfermedades del SNC: p.e. Enfermedad de Parkinson, epilepsia, meningitis, migraña, lesión cerebral traumática, hemorragia cerebral, etc. El delirio también ocurre a menudo en el contexto de la demencia.
  • Enfermedades tumorales: especialmente en la fase de muerte, el delirio es un síntoma común en los pacientes con cáncer.
  • Alteraciones del equilibrio hídrico y electrolítico: Las posibles causas son una ingesta insuficiente de líquidos (especialmente en personas mayores) o la ingesta de determinados medicamentos.
  • Infecciones y fiebre
  • Procedimientos quirúrgicos bajo anestesia: En la fase de recuperación después de las operaciones, algunos pacientes experimentan delirio (síndrome de tránsito).
  • Ciertos medicamentos, especialmente aquellos que tienen un efecto sobre los neurotransmisores, como las llamadas sustancias anticolinérgicas (por ejemplo, medicamentos para la incontinencia, medicamentos para el Parkinson, medicamentos para las náuseas y los vómitos).
  • Drogas de todo tipo, incluido el alcohol.
  • Deficiencia de oxígeno (hipoxia)

Delirium tremens (delirio de abstinencia)

Como ocurre con otras formas de delirio, el delirium tremens también es causado por un desequilibrio de ciertos sistemas transmisores en el SNC. En principio, aquí también pueden aparecer todos los síntomas mencionados anteriormente, con un aumento de las alucinaciones:

  • alucinaciones escénicas, ópticas y táctiles (ejemplo: gusanos, escarabajos o ratones blancos corriendo sobre la propia piel)
  • con menos frecuencia: delirios sensoriales auditivos, como música o ruidos de marcha imaginados
  • paranoia y otros delirios

Además, en el delirium tremens, el temblor del mismo nombre está naturalmente en primer plano. Sin embargo, el fuerte temblor no siempre está presente.

Delirio: ¿Cuándo deberías acudir al médico?

Delirio: ¿Qué hace el médico?

En la mayoría de los casos, el médico ya puede diagnosticar el "delirio" basándose en los síntomas del paciente. La gravedad del delirio se puede determinar con la ayuda de determinados procedimientos de prueba (CAM).

Esto hace que sea aún más importante registrar cuidadosamente la historia clínica del paciente (anamnesis): ¿Cuáles son las condiciones preexistentes? ¿Hay algún abuso de alcohol? ¿Cuál es la situación de vida del paciente? Estas y otras preguntas son importantes para el diagnóstico del delirio. En este caso son especialmente importantes las declaraciones de los familiares, ya que los afectados normalmente no pueden comunicarse.

  • Electrocardiografía (ECG), para poder excluir alteraciones de la función cardíaca.
  • Ultrasonido cardíaco (ecocardiografía)
  • Medición de determinados valores de laboratorio (electrolitos, valores de función renal, parámetros de inflamación, etc.)
  • examen del líquido cefalorraquídeo (punción del LCR)
  • Electroencefalografía (EEG) para medir las ondas cerebrales
  • Tomografía computarizada (CT) y resonancia magnética (MRI)

Terapia del delirio

  • Neurolépticos (antipsicóticos) como el haloperidol: se administran principalmente para las formas hiperactivas de delirio.
  • Clometiazol: este es el agente más comúnmente utilizado en el delirium tremens.
  • Benzodiazepinas (pastillas para dormir y sedantes): se utilizan principalmente en el delirio por abstinencia, pero también se utilizan para otras formas de delirio.

Además, si es posible, se trata o elimina la causa del delirio. Si, por ejemplo, el desencadenante son alteraciones del equilibrio hídrico y electrolítico, éstas deben remediarse (por ejemplo, mediante infusiones).

Delirio: lo que puedes hacer tú mismo

Además de la medicación, en el tratamiento del delirio también juegan un papel importante otros conceptos terapéuticos. Sobre todo, los familiares del paciente pueden ayudar. Inicialmente, esto ya se hace con su mera presencia:

También hay estudios que demuestran que la música y los olores relajantes pueden ayudar a los pacientes. Quienes se toman en serio estos aspectos pueden apoyar el proceso de curación en el delirio.