¿Qué hace el método Rolfing?

Estrés, la tensión o lesión unilateral puede hacer que los patrones de movimiento naturales del cuerpo equilibrar. Esto es especialmente difícil para los profesionales físicamente activos, como bailarines, músicos, actores o deportistas. Rolfing, un tratamiento dirigido a los tejido conectivo, realinea el cuerpo y puede promover la flexibilidad y la expresión.

Mantener el equilibrio

Suena paradójico: incluso las personas que se mueven mucho a menudo se sienten rígidas, incómodas y tensas. Las causas de esto pueden ser cargas uniformes, una postura incorrecta o patrones de movimiento fijos.

Si el sistema musculoesquelético está fuera de equilibrar, la gravedad tiene un efecto estresante sobre articulaciones, huesos y órganos. Para compensar la presión, el cuerpo reacciona adaptándose: la red interna de tejido conectivo (“Fascia”) endurece y consolida la postura malsana. Articulaciones perder movilidad, músculos tensos, respiración se vuelve menos profundo.

Rolfing para una mayor movilidad

"Este corsé lo sienten de forma especialmente intensa las personas que son físicamente activas en el trabajo o en su tiempo libre", explica Theres Grau, terapeuta berlinesa de Rolfing. “Cualquiera que baila mucho, toca teatro, toca música o practica yoga conoce este sentimiento de luchar contra una tensión interna, por ejemplo, cuando el cuello está tenso o los hombros no están sueltos ".

Rolfing libera al cuerpo de su corsé de tejido. A través de impulsos suaves o un toque intenso con las manos, el terapeuta de Rolfing traza endurecimientos internos, libera adherencias y estira los tejidos conectivos del cabeza, tronco, espalda, pelvis, brazos y piernas.

Los segmentos del cuerpo pueden volver a su posición natural, el cuerpo se endereza por gravedad, se vuelve más flexible y elástico. Al mismo tiempo, los clientes aprenden a percibir mejor la postura y los movimientos.

Objetivo del tratamiento Rolfing

El tratamiento suele consistir en diez sesiones consecutivas, cada una dedicada a un tema: por ejemplo, respiración, contacto con el suelo, o la posición del cabeza. Rolfing no se trata tanto de aliviar el malestar agudo. Más bien, la carrocería es un proceso para promover la rectitud, la expresividad y la flexibilidad.

Esto puede reducir o resolver el malestar, pero también estimular cambios en otros niveles. “Muchos clientes informan que van por la vida con más confianza y rectitud”, dice Grau. "A menudo, después del tratamiento, les resulta más fácil expresarse auténticamente con sus cuerpos".

Rolfing tiene sus orígenes en la bioquímica estadounidense Dra. Ida Rolf. Ya en la década de 1950, Rolf desarrolló esta forma de carrocería, que ahora se practica en todo el mundo. En Alemania, hay alrededor de 220 Rolfers entrenados.