Prótesis de rodilla y deporte

¿Qué deporte es recomendable para una prótesis de rodilla y cuál no?

Opiniones sobre deportes tras la inserción de un prótesis de rodilla han cambiado considerablemente en los últimos años. Las consideraciones sobre este punto son cada vez más necesarias a medida que los pacientes que están equipados con un prótesis de rodilla son cada vez más jóvenes. En el pasado, todavía se creía que durante el período inicial después de una prótesis de rodilla operación, el paciente debe cuidarse por completo, y también a largo plazo, el artificial articulación de la rodilla debe cargarse lo menos posible para no ponerlo en peligro.

Mientras tanto, sin embargo, se han publicado varios estudios que sugieren exactamente lo contrario. Hoy en día, se aconseja a los pacientes que reanuden las actividades deportivas adecuadas poco después de la implantación de la prótesis articular, preferiblemente dentro de los primeros tres días después de la operación. Al principio, esta movilización se hace mejor con muletas o un andador para no sobrecargar la articulación directamente.

Por supuesto, algunas actividades requieren especial precaución, como subir escaleras. Deportes especialmente indicados para personas con articulación de la rodilla prótesis son, por ejemplo, senderismo o marcha nórdica, ciclismo, nadar o cualquier forma de gimnasia (por supuesto, aquí especialmente la fisioterapia, que se lleva a cabo bajo la supervisión profesional de un fisioterapeuta o médico). Evite tales deportes donde el articulación de la rodilla puede estar sujeto a movimientos espasmódicos, especialmente rotaciones, o cuando tenga que realizar movimientos bruscos de parada, ya que estos ejercen una presión especial sobre la articulación artificial.

Estos incluyen fútbol, ​​artes marciales (karate, judo, etc.), esquí, tenis o calabaza. Siempre que no se exceda, no hay nada de malo en jogging.

Un estudio encontró que los pacientes con una prótesis de rodilla tienen solo un 10% de riesgo de limitar prematuramente su funcionalidad por un estrés mecánico excesivo durante la práctica de deportes. Sin embargo, este no fue el único hallazgo sorprendentemente positivo, el estudio también tuvo un resultado mucho más sorprendente: aquellos de los pacientes que sometieron su prótesis de rodilla a un estrés mecánico regular en realidad tuvieron menos problemas con la nueva articulación en promedio que el grupo de control. El éxito de la rehabilitación con una prótesis de rodilla también depende del nivel de actividad que tenía el paciente antes de la operación. Cuanto más fuertes sean los músculos, mejor funcionará la articulación, ya que esto asegura una mayor estabilidad y fuerza en la rodilla.