Neumotórax durante la práctica deportiva | Neumotórax

Neumotórax durante la práctica deportiva

Especialmente las personas jóvenes y atléticas pueden desarrollar un neumotórax durante el deporte Por un lado traumático, es decir, a través de un traumatismo externo de fuerza cortante o contundente en el pecho. Por otro lado, además de la forma traumática, también existe la forma espontánea más frecuente neumotórax. Esto ocurre con más frecuencia en hombres entre las edades de 15 y 35, que tienen un delgado y alto físico.

Estos hombres suelen ser fumadores y tienen una predisposición genética a desarrollar un neumotórax. Un mayor esfuerzo en esta forma conduce a más profundo, más extenuante respiración, lo que puede provocar la explosión de los alvéolos. Ahora entra aire en el espacio pleural y se forma un neumotórax.

Neumotórax después de la cirugía

La formación de un neumotórax también puede ocurrir después de la cirugía. Si se realizan operaciones en el tórax, que abren el espacio pleural, esto es inevitable. Por este motivo, durante este tipo de operaciones siempre se colocan drenajes torácicos, que contribuyen al proceso de curación posterior a la operación.

Además, algunos otros procedimientos médicos pueden provocar un neumotórax. La colocación de catéteres venosos centrales (CVC) implica la punción de grandes venas cerca del cuello o hombro. Dado que las puntas de los pulmones también se encuentran en las proximidades, es posible golpear el pulmón involuntariamente y por lo tanto producir un neumotórax.

Síntomas de neumotórax en el bebé.

Básicamente, se puede decir que la probabilidad de un neumotórax en un recién nacido sano es muy baja. En los bebés prematuros, puede volverse más probable a medida que se completa la pulmón La maduración tiene lugar en las últimas semanas de el embarazo. Si esto no se completa lo suficiente, puede ocurrir un síndrome de dificultad respiratoria.

Los síntomas que se presentan son dificultad para respirar, es decir, una insuficiencia respiración que progresa en reposo. Además, puede producirse una decoloración azul de las mucosas y progresivamente también de la piel. Otros síntomas pueden ser una caída en sangre presión o falta de reacción en forma de letargo.