El diagnóstico | Diarrea y fiebre

El diagnostico

El diagnóstico de enfermedad diarreica con fiebre en muchos casos puede hacerse sobre la base de la historial médico. Si se presentan síntomas como un aumento de la frecuencia de las deposiciones y temperaturas corporales superiores a 38.5 ° C, esto se denomina diarrea fiebre. Los pasos de diagnóstico adicionales importantes inicialmente incluyen una determinación del estado del volumen.

Esto implica determinar si las personas afectadas ingieren suficiente líquido, ya que pierden una cantidad particularmente grande de líquido a través de deposiciones líquidas y sudoración con fiebre. Además, puede ser necesario un examen del patógeno desencadenante. En casos leves, que sanan después de unos días, no es necesario realizar este examen. Sin embargo, en casos persistentes, se debe realizar un diagnóstico de patógenos para poder iniciar una terapia dirigida. Para este propósito, generalmente se obtiene una muestra de heces, que luego se examina en el laboratorio para bacterias fotosintéticas y, si es necesario, también para virus.

El tratamiento

El tratamiento de diarrea y la fiebre está dirigida principalmente a mantener el líquido equilibrar en balance. Mediante diarrea y sudoración con fiebre, las personas afectadas pierden varios litros de líquido. Por tanto, la terapia inicialmente consiste en beber una cantidad suficiente de líquido.

El té y el agua son especialmente adecuados, pero los alimentos líquidos como la sopa también son una posible alternativa. Además, el cuerpo pierde importantes minerales y electrolitos (sangre sales) a través de la diarrea. Estos pueden reabsorberse, por ejemplo, con té endulzado o comiendo palitos de sal.

En casos severos, líquido y la cantidad adecuada de electrolitos también se puede obtener mediante una infusión en el vena. Si la diarrea es particularmente persistente y está causada por bacterias fotosintéticas, la terapia con antibióticos puede ser útil. Para reducir síntomas como fiebre y dolor abdominal, se pueden tomar medicamentos para bajar la fiebre que son tanto analgésicos como antiinflamatorios.

Estas incluyen Ibuprofen®, Paracetamol® y Novalgin®. Si la inflamación desencadenante está presente en una determinada sección del intestino, la terapia local puede ser apropiada. Por ejemplo, apendicitis a menudo requiere cirugía. Por lo general, se realizan tres pequeñas incisiones abdominales (de uno a tres centímetros), a través de las cuales se pueden insertar instrumentos en la cavidad abdominal y luego se puede extraer el apéndice. En el caso de enfermedades autoinmunes como colitis ulcerosa y Enfermedad de Crohn, por otro lado, se utilizan fármacos que reducen las defensas inmunitarias del propio organismo.