Convulsión febril

Sinónimos en un sentido más amplio

Médico: calambres ocasionales, convulsiones ocasionales

Definición

La convulsión febril es una convulsión ocasional (convulsión cerebral) que dura solo unos minutos y se origina en el cerebro (convulsión cerebral). Por lo general, se presenta en niños pequeños y se desencadena por la temperatura elevada de la fiebre. Ocurre en relación con enfermedades febriles (infecciones), por ejemplo, tres días fiebre, sarampión o inflamación de la oído medio (otitis media), y se manifiesta por mareos y ritmos espasmos de todo el cuerpo.

Resumen

Una convulsión febril es un evento relativamente común en la infancia: entre el sexto mes de vida y el quinto año de edad, aproximadamente uno de cada 6 niños sufre una convulsión febril. Este espasmo ocasional les parece a los padres como un evento potencialmente mortal, ya que el niño afectado tuerce los ojos (desviación de la mirada), se contrae todo el cuerpo (convulsión clónica) o se pone rígido (convulsión tónica), está aturdido o inconsciente y heces u orina vacías. Sin embargo, dado que este estado se detiene por sí solo después de un promedio de 5 minutos y el niño no sufre ningún daño permanente, la convulsión febril puede clasificarse como inofensiva.

Formas de convulsiones febriles.

La forma más común (alrededor del 75%) de convulsiones febriles es la convulsión febril simple o sin complicaciones. Procede con el músculo obstáculo que afectan a todo el cuerpo (convulsiones generalizadas) y generalmente no duran más de 5 a 10 minutos. En aproximadamente una cuarta parte de los casos puede producirse un espasmo febril complicado.

Esto se caracteriza por una duración de la convulsión de 15 minutos, dos o más convulsiones dentro de las 24 horas, cuatro o más convulsiones febriles en el pasado o espasmos musculares que están restringidos a una parte del cuerpo o comienzan en un punto y se extienden a otras partes. del cuerpo (convulsión focal). Además, se habla de convulsión febril complicada si el niño afectado es menor de 6 meses o mayor de 5 años. Si ocurre una convulsión febril complicada, el niño debe ser trasladado al hospital y se le debe realizar un electroencefalograma (EEG) para determinar si existe una enfermedad subyacente del sistema nervioso (p.ej epilepsia) es la causa de la convulsión.