Causas Dolor después de defecar

Causas

Hay muchas causas diferentes que pueden llevar a dolor después de defecar. Inicialmente, la atención se centra en cosas inofensivas como estreñimiento y flatulencia, así como la irritación del ano. Si las quejas persisten por un período de tiempo más largo, muy fuerte dolor u otros síntomas, se debe realizar un examen completo y una aclaración de la causa.

En general, casi cualquier enfermedad que se presente en el área del tracto gastrointestinal puede ser responsable de las molestias. Muchas mujeres sufren dolor durante y despues el embarazo, que ocurre después de la defecación. En la mayoría de los casos, esto puede explicarse por un cambio en la digestión durante el embarazo.

Las mujeres embarazadas suelen sufrir estreñimiento or flatulencia. Hemorroides y anal venoso trombosis también son comunes en mujeres embarazadas y pueden ser responsables del dolor. Dado que estas enfermedades no son peligrosas, pero una terapia tiene éxito en muchos casos, se recomienda que las mujeres embarazadas también visiten a su médico para obtener aclaraciones.

Una vez que el el embarazo, el dolor a menudo es causado por lesiones e irritaciones que ocurrieron durante el parto. Una razón común que puede provocar dolor después de defecar es la llamada enfermedad hemorroidal. En este caso el vasos, que se encuentran en un anillo alrededor del recto, están patológicamente agrandados.

El agrandado vasos puede causar problemas durante defecación. Además del dolor, el sangrado y los frotis de heces son síntomas frecuentes de la enfermedad. Una enfermedad hemorroidal no es peligrosa, pero puede tratarse bien, por lo que se recomienda una visita al médico.

Terapia

La terapia del dolor que se produce tras la defecación depende en principio de la enfermedad responsable de los síntomas. Especialmente si el dolor no es muy severo y puede estar asociado con problemas digestivos, una actitud de esperar y ver y, si es necesario, un cambio de dieta debería ser llevado a cabo. Las enfermedades graves pueden requerir terapia con medicamentos o cirugía. Qué terapia es apropiada en cada caso individual se puede discutir mejor con el médico tratante después del diagnóstico final.