¿Puede ocurrir también una gripe estomacal sin diarrea? | Por estos síntomas puede saber que padece una gripe estomacal

¿Puede ocurrir también una gripe estomacal sin diarrea?

A estómago gripe no necesariamente tiene que ir con todos los síntomas. A veces solo hay vómitos o solo diarrea. Por lo tanto, también puede tener un estómago gripe sin padecer diarrea. En estos casos, la enfermedad suele ser causada por virus, ya que una infección bacteriana del tracto gastrointestinal suele ser más agresiva y se caracteriza por sangre diarrea.

¿Qué síntomas tiene un bebé cuando contrae la gripe estomacal?

Los bebés aún no tienen un desarrollo completo sistema inmunológico y por tanto son muy sensibles a las infecciones. La principal causa de gastroenteritis en los bebés es el rotavirus, que conduce a graves diarrea y vómitos. A veces un fiebre también puede ocurrir.

El mayor peligro de gastroenteritis en los bebés es deshidratación (deshidración). los vómitos y la diarrea provocan una pérdida grave de líquidos, por lo que es muy importante asegurarse de que el niño enfermo ingiera suficientes líquidos. Esto se logra amamantando a los niños con más frecuencia y dándoles más líquido en forma de té de manzanilla o agua sin gas. Los bebés que se sospecha que tienen la estómago gripe debe ser examinado y tratado por un médico. deshidratación, una infección gastrointestinal en los bebés puede ser fatal y, por lo tanto, no debe subestimarse.

¿Qué síntomas muestran los bebés con gastroenteritis?

Los niños, especialmente en los primeros años de vida, tienen más probabilidades de desarrollar infecciones gastrointestinales, que generalmente son causadas por rotavirus o norovirus. Los síntomas en los bebés y los niños son similares a los de los adultos: vómitos repentinos, efusivos y severos diarrea, que puede ir acompañado de flatulencia. En algunos casos temperatura aumentada or fiebre puede ocurrir.

En los niños es especialmente importante protegerlos de deshidratación y asegurarse de que beban lo suficiente. La enfermedad suele desaparecer por sí sola después de dos o tres días. En el caso de niños pequeños o con cursos muy graves de la enfermedad, siempre se debe consultar a un pediatra para asegurarse de que el niño no haya perdido demasiado líquido. Para los niños deshidratados, el médico puede administrar una solución de electrolitos. Este tema también puede ser de su interés: Vómitos en niños pequeños