Síntomas Calambres en el pie: causas, síntomas, diagnóstico y terapia

Síntomas

El síntoma principal de un calambre en el pie es la contracción involuntaria del músculo afectado. La contracción casi siempre se percibe como desagradable y a menudo va acompañada de dolor mientras persista el calambre. Dependiendo del músculo afectado, el pie o los dedos de los pies se encuentran en una posición incómoda. La obstáculo a menudo ocurren de noche, durante una actividad deportiva o directamente después de que los músculos se han tensado. Si hay enfermedades sistémicas, que son responsables de la obstáculo, pueden aparecer otros síntomas individuales, pero estos están relacionados con la enfermedad y no con el calambre.

Diagnóstico

Aunque en la mayoría de los casos la ingesta de electrolitos proporciona alivio, a veces es útil consultar a un médico para averiguar la causa individual de la aparición de la obstáculo. Una anamnesis detallada (discusión detallada con el médico) sobre cuándo ocurren los calambres y cuáles son los hábitos alimenticios, así como si los calambres ocurren en relación con actividades deportivas, puede ayudar al médico a hacer un diagnóstico. A sangre La prueba también proporciona información sobre si existe una deficiencia de electrolitos y qué terapia es apropiada para el individuo.

Terapia

Si se producen calambres en el pie, la ingesta adicional de nutrientes inicialmente puede ayudar a prevenir la recurrencia de los calambres. Tomando magnesio, calcio y sodio cloruro en cantidades que no excedan la dosis máxima recomendada, por lo tanto, debe ser el primer paso. Los nutrientes necesarios suelen estar disponibles en la farmacia o droguería.También es importante garantizar un suministro suficiente de líquido.

Si estas medidas no tienen éxito, se puede considerar una visita a un médico. Con la ayuda de una anamnesis detallada y un sangre prueba, el médico puede averiguar si hay una deficiencia de nutrientes y, de ser así, cuál y si alguna enfermedad sistémica es responsable de los calambres. La duración de una convulsión varía mucho.

Dependiendo de la causa, un calambre puede durar entre unos segundos y varios minutos. Normalmente, sin embargo, un calambre en el pie desaparece en un minuto. Para acortar la duración del calambre de forma aguda, puede ayudar a desplazar el peso al pie con calambre y así tensar conscientemente el músculo afectado para provocar un relajación del músculo.

Un solo espasmo es autolimitado porque después de un tiempo el músculo carece de energía para la tensión y por lo tanto se relaja por sí solo. Un pie con calambres repetidos a menudo se puede eliminar siguiendo la terapia recomendada.