Inervación | Músculo piriforme

Inervación

El músculo piriforme está nervioso por el plexo sacralis. El plexo sacro es un plexo nervioso del sacro y está formado por el los nervios L5 y S1.

Enfermedades

La gran nervio ciático discurre entre el músculo piriforme y el hueso pélvico en el foramen infrapiriforme. En caso de accidente, el músculo piriforme puede comprimir el nervio ciático, Dando como resultado síndrome piriforme. Un fenómeno poco conocido es que una hernia de disco L5 / S1 puede provocar un signo de Trendelenburg.

En el caso de una hernia de disco causada por un L5 / S1, la mayoría de los médicos piensan directamente en problemas en la parte inferior. pierna, es decir, el elevador del pie (tibial anterior = músculo tibial anterior, extensor largo del dedo gordo) y el descendente del pie (gastrocenmius = músculo gemelo de la pantorrilla). El signo de Trendelenburg es causado por la parálisis del músculo piriforme y la consiguiente incapacidad para pararse en uno pierna porque la pelvis ya no se puede abducir lo suficiente. La consecuencia de esta parálisis es un andar como un pato.

Síndrome piriforme

Los músculos deben estar inervados por los nervios, es decir, controlado. En el caso de la músculo piriforme, esto sucede vía directa los nervios del plexo sacro. El plexo sacro es un gran plexo de nervios ubicado en el sacro.

La síndrome piriforme describe una constricción del nervio ciático, que atraviesa el foramen infrapiriforme. El ischiadicus se origina en el plexus sacralis e inerva la cadera, muslomás bajo pierna y músculos del pie. Las causas de la constricción pueden ser sacudidas, movimientos fuertes de la cadera, postura incorrecta, lesiones o incluso largos períodos de estar sentado.

Como resultado, hay graves dolor en la zona lumbar, glúteos y muslos. En algunos casos incluso se extiende a las regiones de la ingle, al frente del cuerpo. También son posibles trastornos de la sensibilidad como hormigueo o entumecimiento.

Los síntomas a menudo ocurren cuando se gira la cadera, es decir, cuando la parte superior del cuerpo se gira hacia un lado o en la cama. El tratamiento suele consistir en terapia de movimiento, se extiende ejercicios y ejercicios para fortalecer la musculatura de glúteos y muslos, además de masajes y, en casos extremos, antiinflamatorios analgésicos como ibuprofeno poder ayudar. Esto significa que dolor puede tratarse de forma relativamente fácil, eficaz y económica y, por tanto, reducirse. Sin embargo, la terapia debe tomarse en serio, de lo contrario puede haber consecuencias graves como dificultad para caminar.