Aorta: estructura y función

El vaso central

Sección de la aorta

La aorta se puede dividir a grandes rasgos en las siguientes secciones:

La primera sección, que se origina en el ventrículo izquierdo, es ascendente y se llama aorta ascendente. Se encuentra dentro del pericardio y tiene dos ramas: las dos arterias coronarias que irrigan el músculo cardíaco.

Al arco aórtico le sigue la sección descendente de la aorta, la aorta descendente. Corre primero en la cavidad torácica (entonces llamada aorta torácica) y luego, después de pasar a través del diafragma, en la cavidad abdominal (entonces llamada aorta abdominal). Las ramas de la aorta torácica irrigan los pulmones, la pared torácica y las vísceras torácicas adyacentes. Las ramas de la aorta abdominal irrigan los órganos abdominales.

Estructura de la aorta

Como todos los grandes vasos sanguíneos, la pared de la aorta tiene tres capas:

  • capa interna (íntima)
  • capa media (media, túnica media)
  • capa externa (adventicia, túnica externa)

La aorta pertenece a las arterias del tipo elástico. Esto significa que la capa intermedia es especialmente gruesa y contiene muchas fibras elásticas.

Las tareas de la aorta.

El corazón que bombea crea grandes diferencias de presión en el sistema circulatorio mediante la contracción (sístole) y la relajación (diástole). Gracias a su elasticidad, la aorta puede compensarlos y permitir así un flujo sanguíneo continuo. A través de esta función de “tetera de viento”, mantiene la presión arterial (120/80 mmHg en una persona sana) para que todavía exista en partes más distantes del cuerpo.

Enfermedades de la aorta

Un agrandamiento anormal de la aorta en forma de saco o de huso se llama aneurisma aórtico. Si se rompe repentinamente, la persona afectada puede morir desangrada internamente.

Disección aórtica es el término utilizado por los médicos para describir un desgarro repentino en la piel interna (íntima) de la aorta, causado por arteriosclerosis o un accidente, por ejemplo. En casos extremos, la aorta puede romperse en el lugar afectado, lo que (como en el caso de la rotura de un aneurisma aórtico) significa peligro para la vida.