Problemas para conciliar el sueño del bebé a los 6 meses | Problemas para que el bebé se duerma

Problemas para conciliar el sueño del bebé a los 6 meses.

Especialmente en el primer año de vida, la mayoría de los bebés tienen problemas para conciliar el sueño. Si bien en los primeros 3 meses casi todo gira en torno a la satisfacción de las necesidades humanas básicas, como la ingesta de alimentos, el sueño y el descanso suficientes, así como la atención física, las necesidades del niño cambian gradualmente en los meses siguientes. Los bebés a los 6 meses comienzan a explorar el mundo y necesitan más atención de sus padres.

A los 6 meses, se debe establecer gradualmente un ritmo de sueño regular. Los bebés duermen entre 14 y 15 horas al día. A partir del sexto mes de vida, teóricamente pueden arreglárselas sin una ingesta adicional de alimentos por la noche.

Si el bebé tiene problemas para dormir, puede ser útil a esta edad prestar atención a un ritual nocturno regular. Luego, los bebés comienzan a acostumbrarse lentamente a la rutina. Asegúrese de que el ambiente sea tranquilo, evite ruidos fuertes y no saque al bebé de la cuna inmediatamente cuando llore. Con persuasión suave y un toque suave, los niños pueden calmarse rápidamente. La presencia de los padres es suficiente para que los bebés se sientan seguros y protegidos.

Problemas para conciliar el sueño del bebé a los 9 meses.

Cuanto mayores son los bebés, más disminuye la necesidad diaria de dormir. Incluso los bebés a los 9 meses de edad pueden tener grandes dificultades para conciliar el sueño. Por un lado, esto a menudo afecta a los bebés que aún no han desarrollado un ritmo de sueño regular o que carecen de rituales de sueño fijos.

Si los padres aún no han podido establecer una regularidad de sueño y carecen de consistencia en sus acciones, es particularmente difícil aliviar el problema de conciliar el sueño a esta edad. Además, el miedo a la separación se desarrolla lentamente en los bebés de esta edad. En la mayoría de los casos, el miedo a la separación surge a partir del octavo mes de vida e intensifica los problemas de sueño ya existentes o conduce a una nueva dificultad para conciliar el sueño en los bebés que ya han desarrollado un ritmo regular e independiente en ese momento.

Cuando los padres abandonan la habitación, el bebé comienza a llorar y simplemente no se puede calmar. En esta situación, el bebé tiene que aprender a confiar en los padres que están cerca y que pueden acudir de inmediato si pasa algo. Hay que decirles a los bebés que no les pasa nada cuando se apagan las luces y están solos en su cuna.

Un peluche en la cuna puede ser útil, por ejemplo, para compartir la soledad con el niño y facilitar la separación de los padres. A veces ayuda dejar una pequeña luz encendida. Esto reduce la oscuridad amenazante y los bebés pierden el miedo.