Patógenos virales y bacterianos | Miocarditis

Patógenos virales y bacterianos

En el caso de infecciosos miocarditis, virus tienen más probabilidades de estar involucrados en países desarrollados. Principalmente enterovirus, especialmente Coxackie virus y virus ECHO, se encuentran en la detección microbiológica. Otros patógenos como el parvovirus B19 también son importantes como patógenos de rubéola, adenovirus y herpes virus, especialmente el virus del herpes humano seis.

Más raramente, el virus HI y citomegalovirus (CMV) entran en duda. Por lo general, después de infecciones localizadas en otros lugares, como en la parte superior tracto respiratorio o tracto gastrointestinal, existe un bajo riesgo de propagación en el corazón músculo. Las posibles fuentes de infección son, a través del contacto con heces, manos contaminadas, juguetes, agua potable y muchas más.

Causas bacterianas de miocarditis incluir los patógenos que causan difteria, tuberculosis, Borreliosis de Lyme o neumococo. Sin embargo, las personas con un debilitamiento sistema inmunológico tienen más probabilidades de verse afectados por bacterias miocarditis. Los organismos unicelulares (protozoos) como el patógeno de la enfermedad de Chagas se encuentran como la principal causa en América del Sur, y por eso apenas juegan un papel en Europa. Los parásitos y mohos u hongos de levadura también pueden causar esta enfermedad, pero en términos de números solo constituyen una pequeña proporción.

Miocarditis crónica

Lo decisivo para el curso y la curación de la inflamación del miocardio es la persistencia o supervivencia del patógeno en el tejido. Si la información genética viral (ARN) o los componentes del virus permanecen, se mantiene la respuesta inmune y, por lo tanto, la inflamación. Es más probable que se desarrolle un curso crónico, que está asociado con la conversión de tejido muscular en tejido conectivo (fibrosis) y puede conducir a un agrandamiento de la corazón cámaras dentro de unos años.

Esto se manifestaría como síntomas típicos de corazón falla. Como regla, el sistema inmunológico elimina el patógeno sin ningún problema y se produce una curación espontánea y efectiva: la infección permanece sin consecuencias. Se asume que una susceptibilidad o receptividad determinada genéticamente de la persona afectada favorece claramente la transición a un curso crónico.