Glomerulonefritis membranoproliferativa

Membranoproliferativo glomerulonefritis (MPGN) (sinónimos: Glomerulonefritis, membranoproliferativa; Glomerulonefritis membranoproliferativa; ICD-10-GM N05.5: Síndrome nefrítico no especificado: Mesangiocapilar difuso glomerulonefritis) es una enfermedad rara de los glomérulos (corpúsculos renales). La membrana basal está engrosada y astillada. Además, las células mesangiales (el mesangio es una estructura tisular especializada en los corpúsculos renales del riñón) crecer y se depositan inmunocomplejos. Se divide en MPGN mediada por inmunocomplejos y mediada por complemento.

Se distinguen las siguientes formas principales de glomerulonefritis:

Una forma idiopática (sin causa aparente) se distingue de una forma secundaria (en el contexto de enfermedades infecciosas como hepatitis B o C, enfermedades autoinmunes como sistémicas lupus eritematoso (LES), enfermedades malignas (malignas) como linfoma, y otros).

Se pueden distinguir los siguientes tipos de glomerulonefritis membranoproliferativa (GNMP):

  • Tipo 1 - 80% de los casos; formación de depósitos de complemento subendoteliales y mesangiales.
  • Tipo 2: aquí también se forman depósitos de complemento en la membrana basal.
  • Tipo 3 y 4 - muy raro

Pico de frecuencia: la forma idiopática se presenta predominantemente entre las edades de 8 y 30 años.

Evolución y pronóstico: la glomerulonefritis membranoproliferativa puede progresar con un síndrome nefrítico (hematuria (sangre en la orina), hipertensión (hipertensión) y limitación de la función renal) o un síndrome nefrótico. El síndrome nefrótico se caracteriza por proteinuria (aumento de la excreción de proteínas en la orina), lo que resulta en hipoproteinemia (muy poca proteína en el sangre), así como hiperlipoproteinemia (trastorno del metabolismo de los lípidos) y edema (agua retencion). En el 50% de los casos, la glomerulonefritis membranoproliferativa se asocia con síndrome nefrótico; en general, el pronóstico es bastante desfavorable. En la forma idiopática, el 50% de los individuos afectados se vuelven diálisis-dependiente dentro de los 10 años.