Fractura de pierna: síntomas y primeros auxilios

Breve descripción

  • ¿Qué hacer si tienes una pierna rota? Inmovilizar, hacer una llamada de emergencia, enfriar (fractura de pierna cerrada) o cubrir con un vendaje estéril (fractura de pierna abierta)
  • Fractura de pierna – riesgos: incluyendo lesiones concomitantes de ligamentos, nervios o vasos, pérdida grave de sangre, síndrome compartimental, infección de la herida
  • ¿Cuándo consultar a un médico? Una pierna rota siempre debe ser tratada por un médico para evitar complicaciones y daños permanentes.

¡Atención!

  • Las fracturas de fémur suelen producirse por caídas desde una altura, por ejemplo desde un andamio o por un accidente de tráfico a alta velocidad.
  • El tobillo está estabilizado por ligamentos. Estos pueden romperse si el tobillo se rompe.
  • Una fractura de pierna puede curarse particularmente bien si el metabolismo funciona bien y la fractura se trata profesionalmente de principio a fin. Esto significa inmovilización o cirugía, seguida de ejercicio/rehabilitación específicos para mantener y reconstruir los músculos.

Pierna rota: ¿Cómo reconocerla?

¿Sospechas que te has roto la pierna? Estos síntomas confirman la sospecha:

  1. La pierna sólo se puede mover de forma limitada o no se puede mover en absoluto.
  2. Se ha formado hinchazón en el área de la lesión.
  3. El área de la lesión duele (severamente).
  4. La pierna o partes de la pierna están en una posición antinatural.
  5. Se puede escuchar un crujido al mover el área lesionada.

También son posibles síntomas como una postura de alivio y una herida abierta con fragmentos óseos visibles. En este último caso se trata de una fractura abierta de la pierna, a diferencia de una fractura cerrada de la pierna, en la que la piel que cubre el lugar de la fractura no se daña.

En una fractura de pierna, al menos uno de los tres huesos largos de la pierna estalla:

  • el hueso de la espinilla (tibia) y/o
  • el peroné en la parte inferior de la pierna y/o
  • el hueso del muslo (fémur).

Tibia y peroné

Las fracturas de tibia y peroné suelen ser causadas por una torsión violenta, por ejemplo en un accidente de snowboard.

Puedes leer más sobre las causas y el tratamiento de este tipo de fracturas de pierna en el artículo Fractura de peroné y fractura de tibia.

Si el hueso de la tibia se rompe en la parte superior, se habla de fractura de meseta tibial.

Esto suele deberse a un salto desde una gran altura. Puedes conocer más sobre este tipo de fractura de pierna en el artículo Fractura de meseta tibial.

Sin embargo, la lesión más común en la parte inferior de la pierna es una fractura de tobillo, una fractura en el área de la articulación del tobillo que generalmente ocurre cuando se tuerce el pie.

Fémur

El fémur es el hueso más grande del cuerpo humano. Por lo tanto, normalmente se necesita mucha fuerza para romperlo (por ejemplo, en un accidente de tráfico). Puedes encontrar todo lo que necesitas saber sobre este tipo de fractura de pierna en el artículo Fractura de fémur.

Las personas con osteoporosis a menudo se rompen el muslo como resultado de una caída o un impacto relativamente inofensivo. La línea de fractura suele discurrir entre la “cabeza” y el eje de este hueso largo, es decir, en el cuello del hueso. Puede obtener más información sobre la llamada fractura del cuello femoral en el artículo Fractura del cuello femoral.

Pierna rota: ¿Qué hacer?

Si alguien se ha roto una pierna, los socorristas deben proceder de la siguiente manera:

Una pierna rota es dolorosa y es muy probable que las personas lesionadas estén inquietas o incluso ansiosas. Por tanto, tranquiliza a los afectados y explícales lo que estás haciendo. Esto genera confianza. Para protegerse de infecciones, debe ponerse guantes desechables antes de ayudar, especialmente en el caso de una fractura abierta de pierna. Debes tomar estas medidas de primeros auxilios si tienes una pierna rota:

  • Tranquilice al paciente: especialmente en el caso de los niños, también puede resultar útil explicarles los siguientes pasos: esto genera confianza.
  • Ponte guantes desechables: Esto es especialmente recomendable en caso de fractura abierta de pierna para protegerte de una posible infección (¡contacto con la sangre!).
  • Inmovilizar: Asegúrese de que el afectado no se mueva ni ponga peso sobre la pierna rota si es posible. También puede proteger la pierna lesionada con una manta enrollada, prendas de vestir enrolladas, etc. para estabilizarla.
  • Fracturas cerradas de pierna frías: coloque con cuidado una bolsa de hielo o una compresa fría en el área lesionada de la pierna para aliviar el dolor y la hinchazón, pero no directamente sobre la piel, con una capa de tela entre ellas (¡riesgo de congelación!). Si es necesario, también bastarán unos paños húmedos.
  • Cubra las fracturas abiertas de las piernas: cubra las heridas abiertas con un apósito estéril.
  • Proceda con precaución: preste atención a las expresiones de dolor de la persona lesionada en todo lo que haga.

¡Nunca intente "arreglar" la fractura y no mueva la pierna lesionada!

Pierna rota: riesgos

Una pierna rota puede ir acompañada de lesiones graves y diversas complicaciones. Sin tratamiento, a veces pueden ser peligrosos o provocar restricciones permanentes.

Las posibles lesiones y complicaciones concomitantes de una pierna rota incluyen

  • Daño a la piel y los tejidos blandos (especialmente en el caso de una fractura abierta de pierna)
  • Lesiones de ligamentos: especialmente si se rompe una articulación o un hueso cercano a una articulación, los ligamentos circundantes también suelen verse afectados.
  • Pérdida de sangre: si se rompe un hueso de la pierna, los vasos sanguíneos también pueden romperse. Entonces se forma el llamado hematoma de fractura. Si la persona herida pierde mucha sangre, puede entrar en shock.
  • Lesiones vasculares y nerviosas
  • Pseudoartrosis: no se forma tejido óseo nuevo entre los fragmentos óseos para unirlos, pero los fragmentos permanecen conectados de manera móvil. Esta “falsa articulación” puede ser dolorosa y restringir la movilidad. El fémur es particularmente susceptible a la pseudoartrosis.

Pierna rota: ¿Cuándo acudir al médico?

Si la pierna rota es tratada por un especialista en una etapa temprana, esto mejora las posibilidades de recuperación y el pronóstico. Por lo general, se pueden evitar las complicaciones y las consecuencias permanentes (como la restricción permanente del movimiento). Por lo tanto, siempre debe hacer que un médico examine y trate una pierna rota lo antes posible.

Pierna rota: examen médico

El médico experto en una pierna rota es un especialista en ortopedia y cirugía traumatológica. Primero le hará preguntas a usted o a la persona lesionada para obtener una imagen precisa de cómo ocurrió el accidente, los síntomas y cualquier enfermedad previa y subyacente (historial médico). Los médicos hacen preguntas como:

  • ¿Cómo ocurrió el accidente?
  • ¿Dónde exactamente tienes dolor?
  • ¿Cómo describiría el dolor (punzante, sordo, etc.)?
  • ¿Tiene alguna otra queja (por ejemplo, entumecimiento, hormigueo)?
  • ¿Alguna vez has tenido una hernia antes?
  • ¿Tiene conocimiento de alguna afección preexistente/subyacente (por ejemplo, osteoporosis)?

El médico puede utilizar procedimientos de imagen para confirmar la sospecha de una pierna rota y determinar el tipo de fractura con mayor precisión. Generalmente se realiza un examen radiológico (en dos planos: frontal y lateral). Si se requiere una aclaración aún más precisa, se puede considerar una tomografía computarizada (CT) o una resonancia magnética (MRI), que también muestra defectos de los tejidos blandos. Estos procedimientos más complejos también pueden ser necesarios como preparación para el tratamiento quirúrgico de la fractura de pierna.

Pierna rota: tratamiento por parte del médico.

La forma en que el médico trata la fractura de la pierna depende del hueso roto. Es importante saber exactamente dónde se localiza la fractura y si se trata de una fractura simple o complicada. Una fractura compuesta se produce, por ejemplo, si el hueso se ha astillado en muchos trozos pequeños. Cualquier lesión que la acompañe también influye en la elección del tratamiento.

En general, el objetivo del tratamiento es restaurar el hueso fracturado a un estado funcional lo más rápido posible. Esto se puede lograr mediante terapia conservadora o cirugía.

Puedes leer más sobre el tratamiento de las fracturas óseas en el artículo Fractura: Tratamiento.

Tratamiento de seguimiento de una fractura de pierna.

Una vez que los dos extremos del hueso hayan vuelto a crecer juntos de manera estable, esto no significa que el proceso de recuperación esté completo. Sólo la rehabilitación profesional curará la fractura por completo. En un programa de rehabilitación diseñado individualmente, los pacientes entrenan la movilidad de las articulaciones con ejercicios especialmente suaves y también reconstruyen de forma específica los músculos previamente debilitados. Dependiendo de las necesidades del paciente, la rehabilitación se puede realizar de forma ambulatoria o hospitalaria.

Pierna rota: progresión y pronóstico

Con el tratamiento adecuado, una pierna rota suele curarse bien y sin consecuencias. Sin embargo, este no es siempre el caso de las fracturas conminutas abiertas o de lesiones vasculares adicionales. Si la zona de la herida se infecta, puede incluso producirse una septicemia (septicemia), que en casos especialmente graves pero raros puede provocar la amputación de la pierna afectada.

Pierna rota: tiempo de curación