Las etapas de la cirrosis hepática.

Introducción

Cirrosis del hígado es una enfermedad irreversible y daño al tejido hepático que puede ocurrir como resultado de diversas enfermedades hepáticas crónicas. La hígado es un órgano de la parte superior del abdomen que realiza numerosas funciones vitales del cuerpo, como desintoxicación funciones o la producción de varios hormonas y sustancias promotoras de la coagulación. Hígado enfermedades como la inflamación o los procesos de remodelación inducidos por el alcohol pueden provocar cambios estructurales en las células del hígado y la tejido conectivo, que limita progresivamente la función del hígado.

Al inicio de la enfermedad, las partes sanas del hígado pueden compensar las funciones perdidas y compensarlas. Solo cuando la mayor parte del hígado ha perdido su función, aparecen síntomas graves y enfermedades secundarias. Los cambios se determinan en función de los síntomas, sangre valores y otros reconocimientos médicos. Para poder diagnosticar la extensión del daño hepático con mayor precisión, varios de los valores obtenidos se combinan para formar la denominada “Clasificación Child-Pugh”. Esto comprende tres grados de cirrosis hepática, y el grado “Child C” se asocia con el peor pronóstico.

Niño de etapa A

El grado del niño A describe cirrosis del hígado que aún no está clínicamente avanzado. La clasificación incluye, por ejemplo, la albúmina y Bilirrubina concentraciones en el sangre, sino también el estado de coagulación de la sangre. Además, la presencia de líquido abdominal, así como concomitante cerebro daño, empeora el grado de cirrosis hepática. En un estadio Niño A, todos estos valores pueden estar dentro del rango normal, de modo que las partes sanas del hígado compensen por completo la pérdida de función del hígado cirrótico. El pronóstico de supervivencia es normal en esta etapa y con la eliminación de la causa subyacente, aún se puede detener el daño hepático adicional.

Niño de la etapa B

El estadio Child B describe un estadio más avanzado de cirrosis hepática, que ya se acompaña de cambios en valores de laboratorio ya menudo también por síntomas y quejas notables. En base a los 5 criterios de clasificación, se puede calcular una puntuación según la cual se asignan las etapas. En la etapa B, los cambios leves a severos ya deben ser evidentes en varias categorías.

Estos pueden ser causados ​​por cirrosis del hígado. La función hepática ya no puede compensarse por completo con células hepáticas sanas, por lo que se deben esperar más síntomas. Mediante medidas terapéuticas, los procesos de remodelación del hígado aún pueden detenerse en cierta medida, de modo que la tasa de supervivencia anual sea todavía de alrededor del 85%. Sin embargo, esta es una enfermedad muy avanzada y potencialmente mortal.

  • Aumento de los niveles de albúmina y bilirrubina.
  • Disminución de la coagulación sanguínea o
  • La aparición de líquido abdominal o
  • Limitaciones cognitivas y neurológicas