Cámara de presión | Fuego de gas

Cámara de presión

La bacteria que causa la fuego de gas solo puede crecer si no hay oxígeno disponible. Esto es especialmente cierto en el suelo, en heridas profundas y en tejidos con mala sangre suministro. En una cámara de presión se puede lograr una presión de oxígeno extremadamente alta con sobrepresión, de modo que el bacterias fotosintéticas morir. Desafortunadamente, el problema aquí es a menudo que los pacientes no son lo suficientemente estables para ser transportados a dicha cámara. Esto se ve agravado por el hecho de que las cámaras de presión no están disponibles en todas partes en Alemania.

¿Es posible vacunar contra el fuego de gas?

En la mayoría de los casos de enfermedad, el fuego de gas es causada por la bacteria Clostridium perfringens. Pero otro los gérmenes también puede ser responsable de este peligroso cuadro clínico. Actualmente no está aprobada una vacuna para humanos.

Sin embargo, existe una vacuna para animales que también pueden infectarse. Aquí, una forma atenuada de la toxina que el bacterias fotosintéticas la liberación se inyecta en el cuerpo del animal. De esta manera el sistema inmunológico Puede reconocer la toxina y estar capacitado para defenderse de las sustancias invasoras. Afortunadamente, la frecuencia de la enfermedad es extremadamente rara, por lo que la vacunación puede no ser apropiada.

Pronóstico

Desafortunadamente, el pronóstico de la fuego de gas es muy malo. Sin terapia quirúrgica, se dice que la probabilidad de morir es del 100%. Esto significa que todos los pacientes que se infecten con un patógeno del fuego de gas y no reciban ayuda médica a tiempo morirán. Con terapia quirúrgica, es decir, la eliminación generosa del tejido afectado, una limpieza o incluso amputación, la probabilidad de morir a causa de la infección se puede reducir al 50%. En unas pocas horas o días, la infección puede provocar la muerte.

Curso de la enfermedad del fuego de gas

Los incendios de gas son particularmente peligrosos porque el curso de la enfermedad en sí es muy rápido. Si el patógeno entra en la herida de una persona, la enfermedad puede aparecer después de unas pocas horas. El paciente luego se queja de graves dolor y los síntomas típicos de la enfermedad, como crujidos a la palpación y mal olor.

También después de unas horas, una toxina liberada por el germen puede llegar a otros órganos del cuerpo y poner en peligro la vida del paciente. Debido a estas pequeñas ventanas de tiempo, hay poco espacio para la especulación y la investigación. En un caso concreto, el médico tratante debe actuar con rapidez en función de los síntomas clínicos típicos y realizar la terapia de forma radical.