Frustración: función, tareas, rol y enfermedades

El término frustración se utiliza para describir un estado desagradable y, por lo tanto, desagradable y con tintes aversivos. condición que ocurre con mayor frecuencia como resultado de conflictos y fallas.

¿Qué es la frustración?

La frustración es un estado emocional que surge cuando los deseos o expectativas de una persona no se cumplen o las metas establecidas no se alcanzan o no se alcanzan con la suficiente rapidez. El término se remonta a la lengua latina, "frusta" que significa "en vano". Otro término latino es "frustratio" y se traduce como "engaño de una expectativa". La frustración surge en la mayoría de las personas cuando un objetivo establecido y la satisfacción y la sensación de logro que se espera de él no se materializan. Es la incapacidad de satisfacer las motivaciones, impulsos y necesidades, la mayoría de las veces impuestas por circunstancias externas. Sin embargo, los estados de frustración también pueden resultar de la propia conducta que se desvía de las expectativas del entorno social y es sancionada en consecuencia. La hipótesis de frustración-agresión establece que la agresión ocurre con mayor frecuencia como resultado de estados de frustración.

Función y tarea

La frustración es un estado emocional que surge cuando los deseos o expectativas de una persona no se cumplen o las metas establecidas no se alcanzan o no se alcanzan con la suficiente rapidez. Si una persona no alcanza las metas que se ha fijado y con las que asocia determinadas expectativas de éxito, este fracaso se suele interpretar como fracaso. La persona en cuestión puede haberse juzgado mal a sí mismo y a sus habilidades. También puede haber juzgado mal su entorno social y el de sus semejantes y haberles atribuido falsas expectativas que no se han cumplido. Algunas personas cometen el error de esperar demasiado de sí mismas y fijan metas que son demasiado altas desde el principio y que son difíciles o imposibles de alcanzar. La hipótesis de frustración-agresión asume una estrecha causalidad entre la frustración y la agresión, según la cual un estado de frustración puede (no debe) resultar regularmente en un comportamiento agresivo. Por el contrario, los estados de agresión se atribuyen a un estado de frustración. Aparte de esta hipótesis, el término "frustración" no se puede definir de manera concluyente, porque cada persona experimenta un estado de frustración de manera diferente. La tolerancia a la frustración es un rasgo de carácter personal que determina la rapidez con la que una persona se frustra o no debido a ciertas experiencias que se perciben como negativas. Dependiendo de cuán alto o bajo sea este umbral, las personas frustradas reaccionan con enojo, amargura, desilusión o agresividad. Están desmotivados, deprimidos o deprimidos. La frustración se divide en dos estados, frustración interna y externa. La frustración externa ocurre cuando una persona encuentra las constelaciones del mundo externo, que incluye el entorno social inmediato, inadecuado e insatisfactorio. Se produce una fuerte desviación de la propia percepción. La frustración interna está controlada por el subconsciente. La persona afectada construye diferentes conexiones entre causa y efecto. Trivializa la situación (reacción de frustración impunitiva), se ve a sí mismo como la causa (reacción de frustración intropunitiva) o culpa a su entorno social (reacción de frustración extrapunitiva).

Enfermedades y quejas

Si una persona sufre con regularidad o con frecuencia desventajas reales o percibidas, si las experiencias de éxito no se materializan o si no se cumplen las expectativas, se pueden establecer estados de frustración que pueden surgir. Lead quemarse y depresión. a largo plazo. Las personas afectadas se cansan rápidamente, están exhaustas y apáticas, carecen de la motivación para volver a tomar las riendas de su vida y afrontar los retos y tareas que se les plantean. Quejas relacionadas con psicosomáticos, que pueden incluir estómago, cabeza y corazón quejas, también pueden ocurrir. La frustración por comer también puede ser un síndrome de frustración. El médico tratante debe comprobar primero si puede haber una causa física. Si esto se descarta, psicoterapia es útil para que la persona afectada pueda conocer las causas de su estado de frustración y tomar contramedidas. La psicofisiología se ocupa de las conexiones entre las funciones físicas básicas y los procesos psicológicos. Los estados de frustración a menudo tienen una estrecha conexión de comportamientos, cambios en la conciencia y las emociones por un lado, y circulación, cerebro actividad, respiración, corazón actividad, liberación de hormonas y actividad motora por el otro. Si una persona se encuentra con una injusticia real o percibida, esta situación se asocia con estrés y provoca una reacción defensiva específica. La corazón late más rápido, sangre la presión aumenta y el cuerpo se abastece mejor con oxígeno. Debido a la ira percibida, la sustancia mensajera adrenalina en lanzamiento. Los músculos se tensan porque en este estado pueden reaccionar mejor ante la situación estresante. Este proceso corporal inconsciente está controlado por el simpático sistema nervioso. El parasimpático sistema nervioso actúa como la contraparte, volviéndose activo en situaciones percibidas positivamente cuando la persona está en paz consigo misma y con su entorno. Regula importantes procesos corporales como el sueño, la digestión y el funcionamiento ordenado de los órganos y la psique. Idealmente, la situación frustrante dura solo un corto período de tiempo, de modo que el parasimpático sistema nervioso puede calmar el cuerpo de nuevo después de la estrés sensación. Una alta tolerancia a la frustración evita una percepción distorsionada de los factores objetivos y estrés-quejas fisiológicas relacionadas a pesar de la tensión psicológica y física. Para soportar mejor este estado emocional desagradable, los psicólogos aconsejan a sus pacientes que también obtengan algo positivo de su fracaso y así se liberen de la frustración y la ira. Además, recomiendan establecer solo aquellos objetivos que, cuando se ven de manera realista, realmente se pueden lograr y no centrarse en deseos inalcanzables. Dirigen a sus pacientes en una dirección positiva al señalar que este estado indeseable también puede ser una herramienta de motivación para buscar nuevas posibilidades y formas de lograr finalmente un resultado positivo después de todo, o tal vez mirar en una dirección completamente nueva.