Fractura externa de tobillo

Introducción

Un externo tobillo fractura es una fractura del peroné en la zona del tobillo. Esta fractura ocurre principalmente cuando se dobla el pie y se aplica una gran fuerza. La externa tobillo fractura es una lesión deportiva común, especialmente en deportes con movimientos bruscos de parada y sprints cortos.

Esta fractura ocurre tanto en personas mayores como en jóvenes y se acompaña de punzadas severas dolor. Además del externo tobillo fractura, los ligamentos sensibles del tobillo también pueden romperse cuando se dobla el pie. También hay fracturas de tobillo internas y externas combinadas.

Síntomas

Un síntoma principal de un externo La fractura de tobillo es severo dolor inmediatamente después del trauma. Esta dolor suele existir en reposo, pero puede deberse principalmente a la tensión en el pie o de forma pasiva a la presión en el tobillo. Debido al dolor y la fractura del tobillo, la ocurrencia con el pie y por lo tanto caminar es difícil o incluso imposible.

A veces un externo La fractura de tobillo también se destaca por una posición anormal del tobillo. Esta posición anormal puede ir acompañada de un desplazamiento del tobillo fracturado en relación con el pie, es decir, inestabilidad y movilidad excesiva del pie, lo que no sería posible con un tobillo intacto. Además, las denominadas crepitaciones, es decir, los sonidos causados ​​por el roce del hueso, indican la presencia de una La fractura de tobillo.

Las crepitaciones son causadas por un intento activo de mover el pie o también pueden ser causadas por su movimiento pasivo. Estas crepitaciones son, por un lado, audibles, pero por otro lado también se pueden sentir como frotamientos con la mano en el suelo. En cuestión de minutos hasta horas después del trauma, la lesión del sangre vasos alrededor del tobillo conduce a sangrado debajo de la piel y, en consecuencia, a hinchazón del tobillo y luego a la formación de un hematoma.

Si la fractura del tobillo externo también lesiona los nervios, la piel de la zona del pie puede sensibilizarse. A veces, una fractura externa de tobillo también es visible por una posición anormal del tobillo. Esta posición anormal puede ir acompañada de un desplazamiento del tobillo fracturado en relación con el pie, es decir, inestabilidad y movilidad excesiva del pie, lo que no sería posible con un tobillo intacto.

Además, las denominadas crepitaciones, es decir, los sonidos provocados por el roce del hueso, indican la presencia de una fractura externa de tobillo. Las crepitaciones son causadas por un intento activo de mover el pie o también pueden ser causadas por su movimiento pasivo. Estas crepitaciones son, por un lado, audibles, pero por otro lado también se pueden sentir como frotamientos con la mano en el suelo. En cuestión de minutos hasta horas después del trauma, la lesión del sangre vasos alrededor del tobillo conduce a sangrado debajo de la piel y, en consecuencia, a hinchazón del tobillo y luego a la formación de un hematoma. Si la fractura del tobillo externo también lesiona los nervios, la piel de la zona del pie puede sensibilizarse.