Fractura de un tarso

Introducción

La tarsiano huesos incluyen un total de siete huesos. Estos incluyen el astrágalo (astrágalo), el calcáneo (calcáneo), el escafoides (Os naviculare, ver: fruto escafoides en el pie), el hueso cuboides (Os cuboideum) y tres esfenoides huesos (Osa cuneiformia). A fractura del astrágalo o hueso del talón es particularmente común.

Ambos son importantes para la estabilidad del pie y para el movimiento de balanceo al caminar y forman parte del retropié. El restante tarsiano huesos forman la transición entre el tobillo hueso, hueso del talón y el metatarso. Estas tarsiano Los huesos son significativamente más pequeños que los tobillo hueso y el hueso del talón y están conectados entre sí por muchos ligamentos, por lo que las lesiones de ligamentos a menudo acompañan a un fractura. Dado que también forman el arco del pie, como el calcáneo, deben reconstruirse correctamente.

Síntomas

Signos de un fractura son una deformidad existente, una mala posición del hueso o una movilidad anormal del pie. A veces se puede escuchar el llamado sonido de crepitación. Se escucha un crujido cuando varios huesos se frotan entre sí.

Además, dolor está naturalmente asociado con la fractura. Sobre todo, el dolor ocurre durante los movimientos. Por lo general, hay una hinchazón en el área afectada y, a veces, también hay una moretón. También es común la pérdida de función del pie. Síntomas como dolor, la hinchazón y la pérdida de función no son signos ciertos de una fractura, sin embargo, y también pueden indicar un pie torcido o similar.

Causas

Una fractura de un tarso suele ser causada por una aplicación directa de fuerza, por ejemplo, en el curso de un accidente o por un golpe con un objeto en el pie. En la mayoría de los casos, una fractura del tarso se debe a una caída. El desarrollo de una fractura se ve particularmente favorecido cuando la estructura ósea ya ha cambiado como resultado de enfermedades subyacentes como osteoporosis o tumores. Una fractura también puede ser causada por una inflamación permanente del hueso. Las fracturas de los huesos del tarso más pequeños suelen ocurrir cuando se patea el pie o también cuando se cae.