Oligodendrocitos: estructura, función y enfermedades

Los oligodendrocitos pertenecen al grupo de células gliales y son una parte intrínseca de la central sistema nervioso, junto con astrocitos y neuronas. Como células gliales, realizan funciones de apoyo para las neuronas. Algunas enfermedades neurológicas, como esclerosis múltiple, son causadas por la disfunción de los oligodendrocitos.

¿Qué son los oligodendrocitos?

Los oligodendrocitos son un tipo especial de células gliales. En el central sistema nervioso, son responsables de formar vainas de mielina para aislar los procesos nerviosos (axones). En el pasado, se consideraba principalmente que tenían funciones de apoyo similares a tejido conectivo. Sin embargo, a diferencia tejido conectivo, los oligodendrocitos se desarrollan a partir del ectodermo. Hoy se sabe que tienen una gran influencia en la velocidad del procesamiento de la información y en el aporte energético de las neuronas. En la periferia sistema nervioso, Las células de Schwann realizan funciones similares a las de los oligodendrocitos en el SNC. Los oligodendrocitos se encuentran principalmente en la sustancia blanca. La sustancia blanca consta de axones rodeados por un vaina de mielina. La mielina da a esta región del cerebro su color blanco. Por el contrario, la materia gris está formada por los núcleos celulares de las neuronas. Debido a que aquí hay menos axones, el número de oligodendrocitos en la materia gris también es limitado.

Anatomía y estructura

Los oligodendrocitos son células con pequeños núcleos redondos. Sus núcleos tienen un alto contenido de heterocromatina, que puede detectarse fácilmente mediante diversas técnicas de tinción. La heterocromatina asegura que la información genética en los oligodendrocitos permanezca generalmente inactiva. Esto es para mantener la estabilidad de estas células para que puedan realizar su función de soporte sin ser molestadas. Los oligodendrocitos tienen procesos celulares que producen mielina. Cubren los axones de las células nerviosas con sus proyecciones y forman mielina en el proceso. Con esta mielina, envuelven los procesos nerviosos en una espiral. Se forma una capa aislante alrededor de los axones individuales. En el proceso, un oligodendrocito puede producir hasta 40 vainas de mielina que envuelven varios axones. Sin embargo, menos procesos se originan en los oligodendrocitos que en las otras células gliales en el cerebro, los astrocitos. La mielina se compone principalmente de grasas y, en menor medida, de ciertos proteínas. Es impermeable a las corrientes eléctricas y, por tanto, actúa como una fuerte capa aislante. Así es como los axones individuales se separan entre sí. Esta capa aislante se parece al aislamiento alrededor de un cable. A intervalos de 0.2 a 1.5 milímetros, falta la capa aislante en cada caso. Estas áreas se llaman anillos de cordones de Ranvier. Tanto el aislamiento como la formación de secciones aisladas afectan en gran medida la velocidad de transmisión de la información.

Función y tareas

Los oligodendrocitos aíslan eficazmente al individuo neurona procesos entre sí con sus vainas de mielina. Además, en ciertos intervalos en el vaina de mielina son sitios cortos sin aislamiento llamados anillos de cordones de Ranvier. De esta forma, las señales nerviosas se pueden transmitir de forma más eficaz y rápida. El mismo acto de aislar los axones acelera la transmisión de señales. La división del aislamiento en secciones hace que esta aceleración sea aún más efectiva. La señal salta de un anillo de cordones a otro. Así, se puede generar una velocidad de hasta 200 metros por segundo o 720 Km por hora. Esta alta velocidad es lo que hace posible que surja en primer lugar un procesamiento de información altamente complejo. Lo mismo ocurre con la transmisión separada debido al aislamiento de los cordones nerviosos. Sin las vainas de mielina, los axones tendrían que ser muy gruesos para lograr velocidades de señal altas. Ya se ha calculado que sin las vainas de mielina, nuestro nervio óptico solo tendría que ser tan grueso como el tronco de un árbol para lograr el mismo rendimiento. En organismos tan complejos como los vertebrados y especialmente los humanos, se transmiten innumerables impulsos nerviosos, que deben procesarse para el procesamiento de la información. Sin oligodendrocitos, el procesamiento complejo de la información y, por lo tanto, el desarrollo de la inteligencia no sería posible. Esta función de los oligodendrocitos se conoce desde hace décadas. En los últimos años, sin embargo, se ha reconocido cada vez más que los oligodendrocitos realizan aún más funciones. Por ejemplo, los axones son muy largos y la transmisión de la señal también cuesta energía; sin embargo, la energía dentro de los axones no es suficiente, sobre todo porque no hay reposición proveniente del citoplasma de la neurona. Según hallazgos recientes, los oligodendrocitos absorben más glucosa e incluso almacenarlo como glucógeno. Cuando hay una mayor demanda de energía en los axones, la glucosa se convierte primero en ácido láctico en los oligodendrocitos. La ácido láctico moléculas luego migrar al axón a través de canales en el vaina de mielina, donde proporcionan energía para la transmisión de señales.

Enfermedades

Los oligodendrocitos juegan un papel importante en el desarrollo de enfermedades neurológicas como esclerosis múltiple. En esclerosis múltiple, se produce la destrucción de las vainas de mielina y se pierde el aislamiento de los axones. Las señales ya no se pueden transmitir correctamente. Es una enfermedad autoinmune, por la cual el sistema inmunológico ataca y destruye los propios oligodendrocitos del cuerpo. La esclerosis múltiple a menudo ocurre en recaídas. Después de cada recaída, el cuerpo se estimula nuevamente para producir nuevos oligodendrocitos. La enfermedad se calma. Si el inflamación y así la destrucción de los oligodendrocitos se vuelve crónica, las células nerviosas también mueren. Dado que estos no pueden regenerarse, se produce un daño permanente. Sin embargo, queda la pregunta de por qué también mueren las neuronas. Los descubrimientos realizados en los últimos años dan una respuesta. Los oligodendrocitos suministran energía a las neuronas a través de los axones. Cuando termina el suministro de energía, las neuronas también mueren.